viernes, 5 de marzo de 2010

ENSAYO Y CRÍTICA HISTÓRICA SOBRE MARÍA ANTONIA BOLÍVAR CONVICCIONES MONÁRQUICASDE UNA CRIOLLA PRINCIPAL DE INÉS QUINTERO


Por: Torres Diamarys
IPMJMSM/UPEL-Miranda

I HISTORIA DE LA OBRA
Esta obra que ha levantando diversas opiniones en el país y a nivel latinoamericano, debido a que muestra el otro lado de la historia de la familia Bolívar, fue escrita en el 2003. En la escritura de su obra, Inés Quintero sólo se demoró tres meses porque la información la tenía recopilada hace muchos años, pues en su trabajo como historiadora ha buscado darle a la mujer un espacio protagónico y por eso se ha dedicado a mirar el pasado con ojos femeninos.
Quintero quien durante su carrera, se ha dejado seducir por todos los sucesos que enmarcaron el proceso de independencia de Latinoamérica. Fue indagando este tema y encontró las cartas que María Antonia le escribía a su hermano. En un principio pensó solamente en recopilar los escritos de la hermana mayor de Bolívar y mediante éstos darla a conocer.
La autora, descubrió que no sólo las cartas eran valiosas, sino todo lo que representaba María Antonia Bolívar como una mujer inmersa en una sociedad donde sólo se destacaban aquellas que simpatizaban con las ideas de El Libertador.
En este libro, la profesora Inés Quintero, trata de un trabajo que va mucho más allá de la mera biografía, para acercamos a temas de carácter social que involucran, aspectos como, las relaciones de matrimonio entre las familias principales, las cuales estaban regidas por la Real Pragmática de Matrimonios, sancionada por el Rey Carlos III, en 1776, y en general el tema del desmantelamiento del orden antiguo de la sociedad ante la perspectiva que ofrecía la construcción de la República.
Según lo indica la misma profesora Quintero, su interés por escudriñar en la vida de María Antonia forma parte de un área de investigación más amplia, ya que se ha interesado por el estudio del proceso de Independencia y uno de los aspectos que más le ha llamado la atención es la enorme contradicción que representa para la élite criolla, promotora de la independencia, romper de manera tan drástica con los valores y principios que había sostenido y defendido en los años precedentes.
“Su personalidad enérgica la llevó a armarle todo tipo de ‘zaperocos’ a su hermano y a escribirle al rey de España en contra de Bolívar. Ella no entendía por qué tenía que cambiar su forma de vida, que en su opinión estaba bien, para entrar a un período de incertidumbre que era lo que ofrecía la Independencia; por eso estaba en contra de los ideales de su hermano. Además, para ella y para una gran parte de la sociedad latinoamericana, se podía convivir perfectamente con la monarquía”

Lo anteriormente citado por la autora lleva a pensar que a pesar que María Antonia no tenía mentalidad de libertad y tal vez si ella viviese en esta época, sería una aguerrida luchadora en contra del proceso de Enmienda Constitucional que plantea el presidente Hugo Chávez o si le gustara el proyecto de Gobierno actual estaría a favor de que gobernase siempre el mismo hombre.
Quintero decidió crear una narración histórica entretenida para todo tipo de lectores, incluso para aquellos que tildan los textos históricos de aburridos y pesados. “Con el paso de los años, la historia fue perdiendo calidad narrativa, se hacían textos que espantaban al lector. Incluso los colegiales le cogían fastidio a la historia porque no se la sabían vender, por eso siempre trato de que mis textos sean relatos reales bien narrados” , lo anteriormente escrito fue dicho por la autora en una entrevista para el canal Caracol TV de Colombia y comparto su opinión, ya que como estudiante de Historia puedo decir que muchos de los libros, textos y artículos que se leen y analizan durante la carrera son realmente tediosos, pero pocas veces el estudiante se encuentra con una lectura refrescante y completamente verídica.

II ESTRUCTURA Y CONTENIDO
Título: María Antonia Bolívar convicciones monárquicas de una criolla principal
Autor: Inés Quintero
Año: 2003
Ediciones:
Primera Edición 2003
Segunda Reimpresión 2004
Tercera Reimpresión 2005
Cuarta Reimpresión 2006
Editorial: Fundación Bigott
PARTES DEL LIBRO
Introducción
I PARTE MONARQUICA
Una funesta revolución
De reconocida prosapia y fidelidad irreprochable
Huérfana y acaudalada
Un matrimonio conveniente
Intranquilidad en la provincia
Enemiga de la República
Discordias entre mantuanos
Activista del partido realista
Una emigración impuesta
Las penalidades del exilio
Una heroína de la lealtad
1795: Un infausto recuerdo
II PARTE MANTUANA
El regreso a Caracas
Al rescate del patrimonio familiar
La ruina de las mantuanas
El inventario de los bienes
Los enredos de Anacleto
María Antonia entra en acción
Las minas de Aroa: embrollos y discordias
El pleito con Josefa Tinoco
La boda de Felicia
Los desordenes de la república
El interés por la política
Los consejos de María Antonia
Bolívar: la solución a los males de la República
III PARTE CONSERVADORA
Impotente frente a la reacción contra Bolívar
La muerte del Libertador
La herencia de Simón Bolívar
María Antonia y el reparto de la herencia
Transacción milagrosa entre las hermanas y sobrinos del Libertador
Entre el anonimato y el escándalo.

III IDEAS PRINCIPALES
I PARTE MONARQUICA
María Antonia no comparte los ideales emancipadores de su hermano Simón pero se mantiene fiel a la corona. No comprende porque su hermano tiene ideas tan descabelladas porque así no fue enseñado. Al quedar huérfana en su condición de hermana mayor se propone a defender los principios a toda costa. Se ve en la necesidad de contraer matrimonio con Pablo Clemente, un pariente lejano, que por su posición social y al mismo tiempo económico podría brindarle una vida decente a María Antonia.
Acostumbrada a un sistema monárquico donde el Rey con máxima autoridad y enviado de Dios a la tierra mantenía la paz y la seguridad de sus súbditos, tranquilidad que se ve perturbada por algunos personajes que tratando de violar la ley divina, hablando de establecer una República. Para ella es incomprensible como personas de su clase se prestan para semejante barbaridad, lo que la obliga a marcharse de la ciudad y se refugia en su hacienda en Macarao.
Según lo expresado por la autora Inés Quintero en María Antonia Bolívar: Convicciones Monárquicas de Una Criolla Principal.
“Compartían la idea jerárquica de la sociedad, les horrorizaba el discurso disolvente de la igualdad, respetaban la autoridad absoluta del Monarca como un mandato proveniente del Altísimo, se sentían seguros, protegidos y tranquilos dentro del orden monárquico, les resultaba, por tanto, totalmente inadecuado y ajeno a la tradición provincial arremeter contra todo un ordenamiento que, durante siglos les había garantizado sus preeminencias y privilegios sociales” .

Toma aliento cuando los defensores de la corona “restablecen” el orden, sin embargo no fue por mucho tiempo, ya que los revoltosos seguían en pie de lucha, lo mas bochornoso es que su hermano era el que los comandaba, pero ella no iba a ser desleal a su rey, y si su hermano es uno de los que se levantan, ella muy bien decide proteger a los Realistas que habían sido heridos en los tantos enfrentamientos.
Su marido enferma gravemente, sufriendo ataques de epilepsia, y sus niños aun pequeños son más que una carga. Para mayor decepción la corona duda de su lealtad, la consideran traidora por las alocadas ideas de su hermano. Así que decide enviar cartas al rey, exponiendo su posición como fiel súbdita, y pidiendo que desembargaran los bienes familiares, lo que no valió de nada, se esfuerza aun más y busca testigos que apoyen su versión, hasta que el rey atiende a su súplica.
En esta primera parte la autora presenta a María Antonia Bolívar, como encubridora de españoles y canarios en tiempos de la "Guerra a Muerte" y desterrada a la fuerza por su propio hermano en el año terrible de 1814; más adelante exiliada en la Habana bajo la protección del rey Fernando VII.
En la obra Quintero explica cómo fue la vida de María Antonia Bolívar, qué impacto tuvo sobre su existencia el estallido de la Independencia, cómo reaccionó frente a la guerra, qué tipo de iniciativas tomó, cuáles eran sus angustias, cuáles fueron sus padecimientos, cómo era la relación con su hermano, cuáles eran sus opiniones políticas, su actitud frente a su propia circunstancia, sus temores, sus determinaciones.
“Desde aquel retiro vi sucederse las vicisitudes y progresivos horrores de tan funesta revolución con el dolor propio de una mujer reflexiva y de una tierna madre que veía desaparecer a pasos precipitados la tranquilidad general del territorio, que observaba el incremento que tomaban las divisiones intestinas, el espíritu de la discordia, el fanatismo de la igualdad y otros monstruos desoladores de los pueblos. Demasiado apegada a mis principios declamé muchas veces contra la falsa filosofía que nos arrebataba el estado de orden para hacernos sucumbir en el desorden y en la anarquía y en el piélago insondable de males y peligros que nos circundaban por todas partes”

La obra también se enfoca en el hecho que, desde el momento mismo que estalló el movimiento de Independencia, María Antonia Bolívar fue una enemiga ferviente de la República y una entusiasta defensora de los principios monárquicos. En ninguna ocasión manifestó simpatía por la causa emancipadora, nunca apoyó la determinación de aquellos que se aventuraron a romper con la monarquía española, y mucho menos secundó a su hermano menor en sus “alucinaciones, imprudencias e incautas obstinaciones”.

II PARTE MANTUANA
Su deseo de volver es más fuerte que los sentimientos encontrados, la calamidad arropa la ciudad, aun a las familias mas acomodadas entre ellas la suya, su hermana, sus primas mantuanas que disfrutaban los privilegios desde el nacimiento, abandonadas, viudas, desamparadas.
Es una mujer de acción y decide rescatar el patrimonio familiar, ya que su hermano en su afán por obligar a los pueblos a desligarse la corona española no tenia cabeza para administrar la fortuna de los Bolívar, y le otorgo un poder a Anacleto su hijo mayor quien no cesaba de enredarse en apuestas y despilfarrar el dinero que aun quedaba a la familia. ¿Quien más que ella para administrar los negocios familiares?
Anacleto cada día es mayor calamidad para la familia, desprestigiando el apellido Bolívar por doquier, ante esta situación solicita a su hermano el traspaso del poder que le otorgó a su hijo, solicitud atendida por Bolívar. Siendo ella la apoderada, determina mandar a desocupar las casas que tenían los Bolívar, para hacer las reparaciones necesarias y así arrendarlas o venderlas a un buen precio, cuestión que provocó disgustos a su hermana Juana y a Josefa Tinoco madre de los hijos de su hermano mayor Juan Vicente, pero se salió con la suya.
Las minas de Aroa es una de las pertenencias que más problemas ocasionó a la criolla, por lo que Bolívar decide vender las minas, debía pagarle a la Vizcaina 3000 pesos para zanjar los diferendos, pero ella no iba a ceder, si podía pelear para ahorrarse el dinero. Luchó tanto y no resolvía nada, que su hermano le quito el para cederlo a personas que consideraba aptas.
La hija de Juana Tinoco y Juan Vicente se casa por mandato de Bolívar con Laurencio Silva uno de los hombres a los que Bolívar apreciaba por su participación en la Gesta Independentista, enlace que no fue bien visto por algunos en la familia.
A María Antonia, le preocupaba que se den insurrecciones de negros, de pobres, de gente de clase inferior, y las groserías de ellos. No comprende porque la lucha a favor de la esclavitud. Su interés por la política era algo evidente, debido a sus comentarios al respecto, sus ataques dirigidos a Rafael de Mérida, Carlos Soublette, Francisco Rivas, Pedro Díaz y Tomás Lander; cuestión que le recrimina el Libertador recordándole que las señoras no deben opinar al respecto. “una mujer debe ser neutral a los negocios públicos”, pero ella sin inmutarse no cesó de aconsejar a su hermano respecto a sus amigos y enemigos políticos.
Fue ella quien le aconsejó mas tarde no aceptar la Corona para llegar a ser Monarca y que no abandonase su título de Libertador y en sus cartas le hacía ver que el país sin el, sería mas catastrófico de lo que ya era. Ella no tuvo ningún reparo en tratar de bribones aun a sus tíos y otros parientes si se oponían a sus intereses.
La imagen que queda de María Antonia es la de una mujer centrada en sí misma, con una autonomía que pasa sin reparos a la desobediencia de los designios de su hermano sobre los bienes que le pertenecían a él, y ahora sí, muy interesada en el mantenimiento de su poder político, por cuanto eso le reportaba a ella grandes beneficios.
En las cartas, no obstante, hay indicios de que el pensamiento de María Antonia sigue siendo el de una defensora de la sociedad desigual y jerárquica, pues frecuentemente se lamenta de la pérdida de vigencia de cada uno de los mecanismos que sostenían las diferencias.
En su correspondencia están presentes sus continuas protestas por los matrimonios desiguales, por la libertad que su hermano había dado a algunos de sus esclavos (la cual intentó no reconocer), por el deterioro del trato deferente hacia los notables, por la corrupción que denuncia en los nuevos mandatarios, por la pérdida de la predominancia de la Iglesia y de la palabra de los sacerdotes. El diagnóstico permanente es el de caos y la solución, que no deja de proponer, es la del autoritarismo.
María Antonia Bolívar fue enfática en aconsejar a su hermano que no aceptara ser coronado. Siendo este uno de los temas centrales que dividió las opiniones y causó las mayores amarguras a Bolívar en sus últimos años, llama la atención esta clara posición de su hermana, posiblemente motivada en su fidelidad al rey que le impedía admitir una monarquía de cuño revolucionario.
“La desgracia (así puede Señor, llamarla), de tener un hermano a la Cabeza de la facción revolucionaria, no podía menos de concitarle el odio y la abominación de la opuesta y aquella viéndole adicta al sistema contrario la trataban en su indignación de vana aristócrata, con otros epítetos y amenazas bastantes a turbar su tranquilidad y a desconfiar de la seguridad que podía esperar del nuevo gobierno”.

La criolla principal, como la llama Quintero, buscó por todos los medios posibles hacer que su hermano volviese en sí y en la cita anterior extraída de una carta al Rey, ella le dice que es una desgracia ser hermana del cabecilla o dirigente de los revolucionarios que buscan una independencia innecesaria a su parecer.

III PARTE CONSERVADORA
Finalmente, se observa mediante la lectura a una María Antonia controvertida y denodada representante de una nobleza criolla que afronta el saldo desastroso de la guerra y, aferrada a los valores de tres siglos de desigualdad a su hermano en la Venezuela de Páez.
La historiadora Inés Quintero en su libro "La Criolla Principal" nos cuenta que cinco días después de la muerte de Bolívar, su albacea el general José Laurencio Silva, hizo un inventario de sus pertenencias personales del Libertador, entre las cuales se pudieron encontrar "una caja pequeña que contiene dos docenas de cucharas de plata grandes" y muchas piezas de plata más como tenedores, cucharas pequeñas, cucharones y cuchillos, "cuatro baúles de ropa de uso" y un documento donde se indicaba que el Sr. Fernando Bolívar tenía un baúl con "treinta y cinco medallas de oro" y otros artículos de oro y de plata.
La fortuna que tenía Bolívar al día de su muerte era de "un patrimonio cercano a 40.000 libras esterlinas, cantidad que, de no haber muerto, le hubiese reportado una renta suficiente para mantenerse decentemente en cualquier parte de Europa.
Hay que hacer honor al lado humano de la criolla principal, quien sintió que era una terrible injusticia la decisión del Congreso del 11 de junio de expulsar a Bolívar de Colombia, con sus 53 años se sentía derrumbada, no sabía que iba a pasar con ella, con sus hijos y con sus nietos. En una carta a Bolívar le dice:
“Me alegraré que estés con buena salud, por acá todos estamos llenos de males y afligidos por todas partes. Todos se quejan de que no has querido venir a componer este desorden y con la noticia de tu ida a Colombia están las gentes desesperadas”

La incertidumbre y el desasosiego que la invadían la llevaron a escribirle a su hermano sin saber de su paradero y avisándole las últimas noticias y los acontecimientos que ella sabía que eran de incumbencia de él. Menciona en su carta la desesperación de todos por la falta del Libertador y se ve reflejada la suya propia.

RESUMEN DEL LIBRO
En el caso de esta obra no se trata de la vida de un hombre sino de una mujer, y no de una patriota sino de una realista. Ha gozado de una luz vicaria, lunar, no solamente por su condición femenina, sino por la incomodidad que conlleva la inclusión en el relato nacional, de una hermana de Bolívar y criolla principal sí, pero realista y partidaria acérrima de la desigualdad social.
María Antonia fue la mayor de las hijas de la familia Bolívar Palacios y Blanco. Nació en 1778 y quedó huérfana de padre a los ocho años y de madre a los catorce. En 1792, tres meses después del fallecimiento de esta última, estando aún bajo severo luto, obtuvo las necesarias licencias y dispensa para casarse con su primo en tercer grado, Pablo Clemente y Palacios.
María Antonia manifestó su rechazo a las iniciativas independentistas desde los intentos revolucionarios de Gual y España en 1797 y de Miranda en 1806. No entendió cómo muchos de su familia, que habían participado en el repudio de esos hechos, pasaron a apoyar el movimiento del 19 de abril de 1810, cuando se proclamó la Independencia. A las novedades políticas le siguió el terremoto de Caracas el 26 de marzo de 1812, que dejó buena parte de la ciudad en ruinas.
En el año catorce, cuando las tropas realistas se aproximaban a Caracas, la orden de Bolívar fue desocupar la ciudad para impedir su arrasamiento. María Antonia creía que podría hacer valer su lealtad al rey y se oponía a salir. Bolívar la obligó, convencido de que no recibiría clemencia.
Vivió con su familia en Curazao hasta 1816, en donde sufrió las privaciones y la marginalidad propias del exilio; escribió en varias ocasiones a la Real Audiencia de Caracas sin ser escuchada. En 1817 se trasladó a La Habana, donde obtuvo de la Real Audiencia de Caracas el desembargo de sus bienes y en 1819, del Rey de España, una pensión de 1000 pesos la cual, por nuevos ruegos, le fue duplicada el año siguiente.
Después del triunfo patriota, y siendo Bolívar el hombre más poderoso de Venezuela, regresó ya viuda a Caracas, motivada muy especialmente por recuperar el control de todos los bienes de la familia. Estos parecían no interesarle mucho al Libertador quien, para su manejo, había dado poder precisamente al hijo mayor de María Antonia, Anacleto, a quien ella misma consideraba inepto e irresponsable.
María Antonia logró que el Libertador destituyera a su hijo Anacleto del poder que le había otorgado y se lo diera a ella, quien asumió funciones con un gran dinamismo y buenos resultados, ya que logró recuperar casas y haciendas. No obstante, en las cartas de María Antonia, es patente que sus intereses económicos estaban muy por encima de cualquier consideración sobre la suerte de su hermana viuda, de su cuñada viuda y sobrinos.
Ella no tuvo ningún reparo en tratar de bribones aun a sus tíos y otros parientes si se oponían a sus intereses. La imagen que queda es la de una mujer centrada en sí misma, con una autonomía que pasa sin reparos a la desobediencia de los designios de su hermano sobre los bienes que le pertenecían a él, y ahora sí, muy interesada en el mantenimiento de su poder político, por cuanto eso le reportaba a ella grandes beneficios.
En su correspondencia están presentes sus continuas protestas por los matrimonios desiguales, por la libertad que su hermano había dado a algunos de sus esclavos (la cual intentó no reconocer), por el deterioro del trato deferente hacia los notables, por la corrupción que denuncia en los nuevos mandatarios, por la pérdida de la predominancia de la Iglesia y de la palabra de los sacerdotes. El diagnóstico permanente es el de caos y la solución, que no deja de proponer, es la del autoritarismo.
María Antonia Bolívar fue enfática en aconsejar a su hermano que no aceptara ser coronado. Siendo este uno de los temas centrales que dividió las opiniones y causó las mayores amarguras a Bolívar en sus últimos años, llama la atención esta clara posición de su hermana, posiblemente motivada en su fidelidad al rey que le impedía admitir una monarquía de cuño revolucionario.
Si el cambio de actitud de María Antonia Bolívar en relación con la política de su hermano no es difícil de explicar, pues una vez éste detentaba todo el poder no era pensable que ella siguiera oponiéndosele, esta faceta oculta de la vida privada de una persona que juzgaba a los demás sin restricciones y se erigía en guardiana de la honradez y del viejo orden social, sí llama mucho la atención. Su flagrante y repetida trasgresión de la norma de fidelidad matrimonial revela a una mujer que es al mismo tiempo rebelde y tradicional.
Su alarde de autonomía en lo económico se explica por su desmedido interés en los bienes materiales. El ocultamiento de sus adulterios responde a su deseo de conservar el honor. Esta paradoja se explica si se tiene en cuenta que el honor era ante todo un bien que circulaba en la esfera de lo “público y notorio”, de la reputación, se refería al status y a la virtud, pero a la virtud que aparecía a la vista de todos.
Respecto a lo anterior se entiende que para ella si las faltas no eran conocidas, es decir, no eran parte de lo considerado “público y notorio”, aunque pesaran en la conciencia, no deshonraban, no dañaban el capital simbólico de la familia y el linaje. En este caso, si bien los adulterios constituían trasgresiones a la moral, la religión y la ley, al mantenerlos ocultos, María Antonia salvaba lo que más le interesaba a una criolla principal: su honor.
Aparece así una mujer que, mientras demostraba abiertamente (exhibía) su rechazo a todo lo que disolvía el orden desigual y legítimo (sin esconder por ejemplo su aversión a la señora Tinoco, madre soltera de los hijos de su hermano Juan Vicente y su poca consideración con estos ilegítimos), ocultaba sus propias afrentas al orden social patriarcal, religioso y moral.
Casos como el estudiado en este libro contradicen la presunción de que las mujeres no tenían ningún espacio de acción en la sociedad colonial. Algunas, como ella, se resistieron a permanecer marginadas de los negocios y de la política.
El trabajo de Inés Quintero aporta interesantes luces sobre la otra vida de las familias y especialmente de las mujeres en un tiempo fuerte como el del proceso de Independencia. Las vidas de todas fueron tocadas por los eventos públicos. Igualmente sobre las vidas de aquellas doncellas criollas obligadas a contraer nupcias con oficiales del ejército libertador de origen social muy bajo, convertidos recientemente en dirigentes de la nueva república, con quienes, en los designios del nuevo orden, debían procrear hijos que los sucederían en su prominente lugar.
La lectura de este libro hace concluir a sus lectores que María Antonia Bolívar sólo compartía con su hermano, Simón Bolívar, el apellido, porque desde el momento en que Bolívar decidió aceptar el título de Libertador y emprender su batalla de independencia, su hermana se opuso rotundamente a su causa, decisión que la llevó al destierro.
También reconstruye cómo se desenvolvió su existencia a su regreso del exilio, sus criterios y manejos a la hora de defender el patrimonio familiar, su labor como apoderada de su hermano, sus tormentos frente al desorden y la anarquía, sus preocupaciones. Y relata que pasó con María Antonia cuando se inició la reacción antibolivariana, cómo transcurrió su existencia después de la muerte de su hermano, cómo fue su vejez, de qué manera afrontó la soledad y cómo le llegó la muerte.

IV FUNDAMENTACION TEORICA
De acuerdo a la lectura de esta obra “María Antonia Bolívar Convicciones Monárquicas de Una Criolla Principal”, considero que la autora se identifica con la corriente positivista, ya que se ha dedicado durante 20 años a investigar, en la vida de esos libertarios que participaron en la Independencia, y a profundizar en el contexto en el cual se produjeron los acontecimientos más importantes de este período. El positivismo es una tendencia científica y filosófica de la segunda mitad del siglo XIX que se caracteriza por la atención exclusiva a los hechos, prescindiendo de cualquier postulado no verificable.
La autora Quintero asegura que la historia de Venezuela no es tal cual como la aprendimos en clase, lineal, sin matices; ni la Guerra de Independencia es solo una gesta épica de héroes idealizados. El Positivismo, es una doctrina filosófica en donde se acepta como conocimiento válido, el saber científico obtenido a través de la experimentación, es decir, con la utilización del método científico, se estudian los hechos y a partir de estos, se deducen las leyes que los hacen valederos.
Para la autora, la labor de los historiadores debe concentrarse en visibilizar la Independencia como “un proceso muy complicado, como el parto más difícil al que nos hemos sometido como sociedad. No debe ser visto como una batalla entre revolucionarios y militares, sino como la posibilidad de construir a través de las contradicciones y de los conflictos una propuesta democrática para América Latina”.
V IDEA SOBRE LA HISTORIA QUE MANEJA EL AUTOR
En una entrevista concedida a los esposos Claudia Drastrup y Merlín Gessen en la página Cocinaabierta.com, Inés Quintero comentó y cito a continuación textualmente:
“La historia, para mí, no es la posibilidad de acopiar información, una historia erudita, la búsqueda del dato del detalle, sino más bien la posibilidad de reflexionar, de repensar, de buscarle la vuelta a las cosas y con la idea de que la sociedad pueda verse a través de su pasado, pero de una manera menos rígida, menos caletrera".

Comparto la opinión de la autora, porque creo que el verdadero aprendizaje significativo y valedero es el que se aprende por iniciativa propia, por el deseo innato en la persona de investigar, estudiar, analizar, conocer más y es lo que todo historiador debe poseer, ahora a los estudiantes que no le gustan la Historia, es recomendable leer lecturas amenas o ilustradas, ver películas o documentales que hagan más llevadero y enriquecedor este aprendizaje.
Quintero también dijo que ella era una historiadora absoluta. Y citó a Luis Pedro España, (sociólogo, profesor y director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y coordinador del Proyecto Pobreza) quien en una entrevista le dijo, que ella era historiadora al cubo, porque tiene licenciatura, maestría y doctorado en historia.
La autora expresó en la mencionada entrevista: “Yo estoy ligada a la historia de por vida. Mi relación con ella no tiene que ver con una carrera académica, sino con una forma de vida. Es más bien por pasión, por interés, por placer”.
En la página asovac.net la autora hace referencia a su programa radial donde se le da un espacio a la historia y agregó que la enseñanza de la historia en la educación básica y diversificada incita al "odio por la historia porque se atapuzan conocimientos que parece que no tienen nada que ver con uno". En este sentido, señala que la labor de reparación de tal daño es tarea difícil. De allí que una de las acciones por realizar se orienten a programas de este tipo.
La historiadora dice que “la idea es conectarnos con personajes y héroes que no lo son tanto, y fechas con contenidos distintos. Por ejemplo, poca gente sabe que María Antonia Bolívar, hermana del Libertador, no estaba de acuerdo con la Independencia” . Según mi percepción se trata de buscar la emoción en otros personajes no tan conocidos o famosos y enterarse que también tienen una historia que contar y muchas de ellas son realmente atrayentes.
En un artículo titulado: Ningún Presidente Venezolano Ha Logrado La Reelección Indefinida, Inés Quintero señala, a propósito de la Enmienda que propone el Presidente Chávez, que nuestra historia enseña que siempre se ha impuesto el espíritu ciudadano, y allí comenta que la historia es un referente valioso y nos permite entender lo que fuimos pero no hay un decálogo histórico.
Es importante resaltar que según Quintero los profesores del nivel de educación básica y diversificada incitan al odio de esta ciencia, puedo dar fe de ello, porque en mis años de bachillerato, no tuve un profesor que diese la clase de manera dinámica, amena o atrayente para los estudiantes y basándonos en estadísticas las materias con mas índice de “raspados” eran Matemáticas, Inglés e Historia.
VI SUSTENTACION DOCUMENTAL Y BIBLIOGRAFICA DE LA OBRA
El libro “María Antonia Bolívar Convicciones Monárquicas de Una Criolla Principal” está basado en múltiples citas y documentos antiguos, como es debido en toda investigación para que su resultado sea confiable y verídico. De todas las fuentes consultadas por Inés Quintero, a continuación algunas:
“Alocución del congreso a los Venezolanos”, 11 de junio de 1830. Actas del Congreso Constituyente de 1830, Tomo I, PP 390-391.
BANKO, Catalina, En torno a los orígenes de la Academia Nacional de la Historia. Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, Tomo LXXI, No.281, Enero-Marzo 1988.
FUNDACIÓN POLAR, Diccionario Multimedia de Historia de Venezuela. Caracas, 1999 [Cd].
GONZALEZ, Francisco. Historia Contemporánea de Venezuela. Tomo II, pág. 45.
GONZALEZ, GUINÁN, F. Historia Contemporánea de Venezuela. Tomo III.
Historia Contemporánea de Venezuela. Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1954. Tomos XIII y XIV.
LANDER, Tomás. “comunicado a los lectores”, Caracas, 31 de marzo de 1830. Pensamiento Político Venezolano del Siglo XIX, tomo IV, PP 38-39.
MERIDA, Rafael. Nuevos Torpes Atentados al Dictador Destructor Simón Bolívar, Caracas 1830. Folleto de la Colección Libros Raros y Manuscritos, Biblioteca Nacional, pág.14.
RODRÍGUEZ, Emilio. Poetas Contra Bolívar. Madrid, Gráficas Reunidas, 1966, pp. 74-77.
VII CONSIDERACIONES FINALES
La escritora plantea una visión de la historia difícil de tragar, según la cual los Bolívar tenían desacuerdos políticos como los que viven actualmente muchas familias venezolanas.
Quintero explica que la historiografía oficial ha inoculado en los venezolanos, colombianos y ecuatorianos un ideal de la Independencia en el que no había disensiones. "Los patriotas estaban absolutamente entubados. Todos los venezolanos estaban a favor de la Independencia y del otro lado sólo había españoles malucos. Eso no fue así. La propia María Antonia Bolívar escondió en su casa a todos los realistas que pudo" . En su obra, la autora nos presenta la otra cara del sol, el otro lado de la moneda y es agradable leer un libro con agradable narrativa.
Leí recientemente que la historiadora dio una conferencia en la Universidad Simón Bolívar ante un público atónito, que apenas abrió la boca para preguntarle de dónde había sacado la información. "Mucha gente cree que se trata de una historia inverosímil, porque hasta ahora las únicas mujeres que han figurado en los libros son unas heroínas patriotas e impolutas: Luisa Cáceres de Arismendi, Josefa Camejo o Manuela Saénz", comentó posteriormente. Y es cierto, porque hace unos meses yo me enteré que existió una mujer llamada Juana la Avanzadora y en la Historia conocida o popular no se hace mención de ella.
De acuerdo a lo leído en el libro, el propósito de la autora es mostrar un período clave de la historia de Venezuela desde una mirada femenina. La biografía de María Antonia Bolívar no aspira a desmitificar a El Libertador (una corriente de moda entre los historiadores) sino entender la Independencia a través de una mirada particular, sólida, coherente y beligerante.
A continuación cito textual de la autora: "Lo que expresa la historia de María Antonia es que el proceso no fue un lecho de rosas, que la Independencia atravesó a la sociedad venezolana y la consternó incluso en el ámbito doméstico”. La historiadora venezolana Inés Quintero, dice que María Antonia Bolívar era una mujer monárquica, totalmente arrodillada ante la corona española, que se arriesgó incluso a darle asilo en su casa a los españoles y canarios que huían de la espada de Bolívar.
También se refiere a el famoso consejo en el cual María Antonia recomendó a su hermano no aceptar el ser coronado como emperador de los cinco países que había libertado, sino conformarse con su título de El Libertador, tenía una intención diferente a la comúnmente aceptada. “El consejo es real, ella se lo escribió en una carta. Pero en el fondo no lo hace porque ella tenga principios republicanos, sino porque para ella el único rey es el rey de España”, afirma.
La siguiente afirmación muestra el espíritu e investigación que caracteriza a Quintero: “Desde hace más de una década me he interesado por el estudio de nuestro proceso de Independencia y uno de los aspectos que más me ha llamado la atención es la enorme contradicción que representó para la élite criolla, promotora de la Independencia, romper de manera tan drástica con los valores y principios que había sostenido y defendido en los años precedentes”, sostiene la historiadora en la introducción de La criolla principal.

VIII FUENTES BIBLIOHEMEROGRAFICAS CONSULTADAS POR EL PARTICIPANTE PARA APOYAR SU ESTUDIO DE LA OBRA
DIAGOHTTP, Mónica. Lanzamiento del libro ‘La criolla principal’ “Bolívar y su hermana sólo compartían el apellido”
//www.elespectador.com/impreso/cultura/cultura/articuloimpreso-bolivar-y-su-hermana-solo-compartian-el-apellido
HERNÁNDEZ, Ana María. Inés Quintero le pone historia a las ondas hertzianas. Bitácora asovac. El Universal. http://asovac.net/bitacora/?p=1283
MÁRQUEZ, Esperanza. Inés Quintero. Diario "El Mundo". Cocina abierta gastronomía global http://www.cocinaabierta.com/index.php?option=com_content&task=view&id=546&Itemid=33
MARTÍNEZ, Luis. Ningún presidente venezolano ha logrado la reelección indefinida. El Nacional.com. Esta entrada fue publicada el Diciembre 16, 2008 a las 10:39 pm y archivada bajo Lo que dicen los Medios, Política.
http://acalzonquitao.wordpress.com/2008/12/16/ningun-presidente-venezolano-ha-logrado-la-reeleccion-indefinida/
QUINTERO, Inés. Reflexión sobre lectura y literatura
http://www.relectura.org/cms/content/view/209/75/






INTRODUCCION
La profesora Inés Quintero, en este libro logra reconstruir el ambiente familiar de la infancia y adolescencia de María Antonia, lo cual abre la puerta a la intimidad de una de las familias principales de la colonia en Caracas, y así permite al lector obtener una excelente referencia de estudio de una familia perteneciente al sector social más importante.
El presente libro, muestra a la hermana mayor de Simón Bolívar: María Antonia, tal cual es, no la idealiza, ni la muestra como heroína, sino como una mujer que a pesar de haber vivido en una época de represión para su género, no se dejó dominar ni imponer ideologías, al contrario luchó en contra de la Independencia, por considerarla innecesaria.
La criolla principal, como la presenta Quintero no comparte los ideales emancipadores de su hermano Simón pero se mantiene fiel a la corona. No comprende porque su hermano tiene ideas tan descabelladas porque así no fue enseñado, es una mujer valerosa que no quiere un cambio en el sistema de Gobierno, por lo tanto se aferra a su ideal monárquico a costa de su libertad.

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