Por: Suzuky Margarita Gómez -
Castillo
A
partir de las lecturas que hemos realizado, la historia oral es reconsiderada,
valorada y asumida como una metodología que se ha validado a lo largo de la
historia universal, y que permite aproximar al investigador a su objeto y/o
sujeto de estudio, a través de la entrevista a un actor determinado. Esta
proximidad apunta a la reconstrucción de procesos socio-históricos que se validan como áreas de investigación, las
cuales brindan su aporte a los estudios sociales y de la historia, desde
diferentes aristas.
Todo
esto supone la trascendencia del documento escrito como única fuente fiable. Surge
entonces la necesidad de cifrar nuevas metas intelectuales cuyo propósito
radica en estimular a través del uso de la historia oral en conjunto con otras
metodologías emergentes, la puesta en práctica de nuevos enfoques explicativos,
teorías y métodos, que le permiten al investigador enfrentar nuevas situaciones problemáticas que emergen en la
dinámica de la investigación, tomando en cuenta las limitaciones propias del
método histórico o etnográfico y donde surge la necesidad de complementar estas
carencias, amparándonos en los estudios transdisciplinarios también reconocidos
por Feyerabend citado por Lara (2014) como “anarquismo metódico, [es decir]
utilizar tantas metodologías como sean necesarias ” .
La
historia oral como metodología emergente, renueva su importancia ya que
permite reconstruir procesos
socio-históricos, desde la percepción y concepción de las voces de sus
protagonistas transformándose los testimonios en nuevos documentos escritos. En
este tenor, también acotamos la vinculación estricta entre la historia oral y
su técnica la historia de vida, este binomio brinda nuevas miradas al hecho
histórico, como también puede ratificar un conjunto de planteamientos y/o
postulados científicos y a su vez ofrecer nuevas interpretaciones históricas,
sociales y antropológicas.
La
reconstrucción de la memoria histórica con testimonios orales, a través de la
práctica de la entrevista nos recuerda la vigencia de una antigua manera al
hacer historia, legitimando el proceso de triangulación “pregunta-diálogo y
percepción” cuyo producto es el imaginario y del que se aprende que el fin de
este intercambio no es obtener datos sino comprender una vivencia, ya que todo
lo expresado por los informantes es
significativo, tal como lo expresa Mariezcurrena (2008: p. 231).
Referencia:
Fuente: Lara, P. Antúnez, A.
(2014). La historia oral como alternativa metodológica para las ciencias
sociales. En Revista de Teoría y Didáctica de las
Ciencias Sociales [Revista en línea] Disponible: [Consulta: 2017 octubre 30]
Mariezkurrena Iturmendi,
D. (2008).La
historia oral como método de investigación histórica. En Revista / Aldizkaria [Revista
en línea]
https://dialnet.unirioja.es/servl et/articulo?codigo=3264024 [Consulta:
2017 octubre 30]
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