Autor: Humberto González
Institución: Universidad del Zulia
País: Venezuela
Al proceso independentista en América Latina muchos historiadores le han introducido diversos términos como: ruptura, autogobierno, autonomía y consecuentemente anexionismo (este ultimo en el caso de Cuba y Puerto Rico), dichos términos refuerzan el discurso historiográfico sobre la independencia.
El proceso independentista cubano que es presentado en este trabajo, posee una singular manera, en el transcurrir de aquel movimiento independentista dado en toda América Latina, que a pesar de ser protagonista presenciar de los primeros movimientos independentistas de sus vecinas naciones como el caso haitiano, que fue en donde se dio la primera revolución, esto resulta controversial, ya que Cuba sería la ultima provincia en independizarse del yugo español, al igual que Puerto Rico, y este proceso(el cubano) tuvo cierta repercusión, en materia internacional para otras naciones latinoamericanas, que a pesar de estar independientes para esa época (1868-1898), estaban temerosas, ya que habían interese del imperio estadounidense que estaban comenzando su política expansionista y ayudando a la causa cubana, para después lograrla anexarla en 1898, con el tratado en París con España, y de esta manera Cuba, seria anexada a los Estados Unidos hasta 1959, donde una revolución comandada por Fidel Castro, acabaría con el tutelaje montado por los Estados Unidos en la isla.
Para a mediados del siglo XIX, Cuba y Puerto Rico son las últimas colonias que permanecían en manos de la monarquía española. Hacia la década de 1820 España ya concede la libertad a cuba para comerciar con otras potencias, lo que es aprovechado por los hacendados para vender sus cultivos a los Estado Unidos. Relegado el Café a un segundo plano, la venta de azúcar crece paulatinamente durante todo el siglo; ya hacia la década de 1860, Cuba es una de las principales productoras de azúcar del mundo, siendo su principal comprador los Estados Unidos
El proceso independentistas cubano fue tardío en comparación con el de otras provincias americanas, esto, debido a que gran cantidad de españoles, sobre todo gallegos, que viajan a Cuba por un trabajo. Un sector de la oligarquía cubana es partidaria de la autonomía, sumada a la crisis de la sociedad esclavista, presentada en la isla durante los años 1838 y 1868, manifestada en las características del período; es decir del autogobierno de la isla pero jurando fidelidad al soberano español. Pero la autonomía es violentamente relegada y mayormente reprimida.
La idea de la independencia a Cuba fue concebida por Simón Bolívar, las ideas del libertador a favor de la emancipación de las colonias caribeñas se remontan a la carta de Jamaica, donde indicó que tanto los habitantes de Puerto Rico, como los de Cuba, eran americanos y no españoles, y en consecuencia debían ser libres. Según Bolívar, “no habría solidez ni estabilidad mientras exista en cualquier parte de América un ejercito Real” ( Bolívar, Obras Completas, loc.cit.,t.I.,p800, carta a Joaquín Campino del 10 de septiembre de 1823, citado por Sergio Guerra Vilaboy en El dilema de la Independencia: “Las luchas sociales en la emancipación latinoamericana” 1790-1826, p 377); para garantizar perdurabilidad de la emancipación de las nacientes repúblicas y para evitar los planes expansionistas de las potencias europeas y de los Estado Unidos; a pesar de la oposición del gobierno estadounidense y de otras potencias como Inglaterra, sobre la independencia cubana, tal y como lo señala Eduardo Torres en: (Historia de Cuba 1492-1898 Formación y Liberación de la Nación p 145), en donde afirma: “Los Estados Unidos e Inglaterra habían decidido, por distintas razones y por recelo mutuo, apoyar a España en Cuba”
Con el tiempo la Habana paso jugar un importante papel económico, político y militar, ya que se transformó en escala obligada de las naves que iban y venían entre España y otros puertos de América, con el tiempo sus suelos fértiles darían lugar a un desarrollo agrícola que llegaría a adquirir un gran ímpetu durante la época colonial, este auge en los negocios que se realizaron en Cuba: “enriqueció rápidamente a los comerciantes y a los hacendados y cafeteros, y aumentó el numero de los grandes propietarios agrícolas…..” (Franco, José. Documentos para la Historia de Venezuela, pagina VII)
En las primeras décadas del siglo XIX, el resto de las naciones latinoamericanas obtendrían su independencia, sin embargo, no habría de ocurrir así con Cuba desde muy temprano en el siglo XIX fue testigo de múltiples intentos encaminados a romper el yugo colonial, unos de los primeros intentos fue la expedición encabezada por el venezolano Narciso López,( que en ninguna de las ocasiones tuvo el suficiente apoyo de la población), quien en 1851 desembarca en Cuba llevando consigo la bandera que con el tiempo sería adoptada como el símbolo patrio de ese país.
En ese entonces, existió una enorme dependencia económica de Cuba con respecto a Estados Unidos, en donde se va creando entre los hacendados el deseo de subordinarse a la gran potencia del norte (tendencia llamada anexionismo), cambiando de amo y pasando a ser una estrella mas de la bandera yanqui. “el auge de la lucha social, la agresividad británica y los altibajos en la política metropolitana, se unieron para dar fuerza al movimiento anexionista durante la década de los años 40 y el primer lustro de los 50” (ídem)
Es importante considerar que a mediados de siglo la relación entre Cuba y Estados Unidos no solo es de comercio bilateral, además el capital norteamericano se ha ido comiendo al capital nativo, invirtiendo en las grandes haciendas azucareras (el más grande inversor norteamericano es Edgard Atkins) y además ejerce el control del precio del azúcar a través de una unión de compradores llamado Trust de Havemeyer. Según Atkins, “las clases altas de Cuba temen la independencia”.
Frente a una oligarquía que se dividía en su servilismo ante España o Estados Unidos, los que aspiraban a la autonomía alegaban que “…era que Cuba, anexada a los Estados Unidos, perdería su propia nacionalidad, y que si bien era cierto que los cubanos no tenían realmente patria, al menos podían aspirar a tenerla” (ídem p. 16), por su parte el discurso anexionista no incluía sectores humildes y marginados, y además se pretendían desarraigar a estos de su lucha por la emancipación, en cambio, el independentismo estaba resumido a ciertos sectores de la pequeña burguesía liberal, en el seno de la cual nace José Martí, joven abogado que participa en la primera guerra contra España (1868-1878), llamada guerra de los diez años, aunque es rápidamente encarcelado y deportado a la madre patria, esta guerra representa los inicios de las luchas por la creación del Estado Nacional, consecuencia del crecimiento de la explotación colonialista por parte de España, manifestado en la excesiva cantidad de impuesto, la necesidad de la sociedad por abolir la esclavitud, el crecimiento de la tendencia autonomista, representado por la madurez ideológica de los sectores intelectuales que se alzaron el 10 de octubre de 1868, sumado al ambiente antiespañol que existe en el continente. Lograron un gran debilitamiento de España en lo que ha dominación a Cuba de refería. Luego de una incesante lucha contra España, representantes cubanos abdican su lucha por la independencia por el continuismo colonial disfrazado de paz, firmando el Pacto de Zanjon con Martínez Campos, representante de España, el único logro cubano en este pacto fue que los esclavos que participaron en las filas mambisas, obtuvieron su libertad. Esta primera guerra también es encabezada desde el bando cubano, por Carlos Manuel Céspedes, un rico hacendado de las provincias orientales de ese país; la segunde guerra conocida como la guerra Chiquita, habría de durar solo un año, entre 1879-1880; finalmente entre 1895 y 1898 tiene lugar la llamada Guerra de Independencia, es precisamente en esa guerra donde surge la extraordinaria figura de José Martí quien tuvo merito de haber logrado aunar las voluntades, muchas veces en pugnas entre los lideres civiles y militares, y que con anterioridad había sido fraguado el Partido Revolucionario Cubano el 10 de abril de 1892, un partido u organización con fines independentistas en primer plano y anti-expansionistas y anti-imperialistas en segundo plano.
Es importante resaltar que el proceso independentista cubano se fue transformando en un asunto internacional. Por un lado despertó el interés de los Estados Unidos, y por otro lado el doble interés de la demás naciones latinoamericanas, una por la independencia de Cuba, y otra por la no intervención de los Estados Unidos en dicho proceso, por temor de su poder expansionista en América “ José Martí abogó sin descanso por hacer realidad la hora de la segunda Independencia e impedir con esto la expansión de los Estados Unidos, (repletos de productos invendibles), por sobre nuestra tierra de América” (Oscar Loyola, Historia de Cuba, Formación y Liberación de la Nación: 1492-1898, p 337 ) , ya que la intención de Norteamérica era, que después de dominar a Cuba, su próximo punto sería el canal de Panamá, aquí es donde entre el papel de Venezuela y Colombia, como ayudantes del proceso independentista cubano.
Por el gobierno de Venezuela, el plan estuvo a cargo del general Antonio Guzmán Blanco; el plan consistía en armar 20.000 soldados entre Venezuela y Colombia y entre los gobiernos de Chile y Perú, recoger dos millones de pesos para gastos y para conformar una escuadra que rompiese el bloqueo de la isla. La idea política que abrigaba Guzmán Blanco era de estirpe bolivariana pues pretendía alcanzar posteriormente la consolidación de una Confederación de las Antillas libres, Colombia y Venezuela, que sirviera de muralla de ofensiva contra ulteriores peligros para la libertad de América Latina
En mayo de 1895 desembarcan un grupo de contingentes libertadores de Cuba, en el oriente de la isla, conducidos por el mismo José Martí, que muere a los dos meses de desembarcar, el viejo general Máximo Gómez (que ya había comandado la guerra de 1868) y el caudillo mulato Antonio Maceo, que morirá en una emboscada al año siguiente.
La táctica, como en la guerra anterior, consistía en no ofrecer batalla abierta al ejército español, mayor en número y en preparación, sino desarrollar una guerra de destrucción: a las plantaciones que no pagaban un “impuesto revolucionario” las incendiaban, quemaban las cosechas, liberaban a los esclavos y los ganaban para la causa revolucionaria. De esta forma fueron generando el caos económico y social en la isla, eludiendo siempre al ejército enemigo y manteniéndose a través del apoyo de las masas populares y de la expoliación de las ciudades que lograban dominar.
Esta invasión tenía dos formas, “dos objetivos fundamentales: el primero era extender las operaciones militares obligando a España a pelear simultáneamente en todo el territorio nacional; dicho de otra manera, convertir la guerra de regional en nacional, incrementando su intensidad; segundo, arrasar y destruir toda la riqueza, fuese de españoles o de cubanos, que le daba pingües ganancias a la metrópoli por vía de los impuestos (ídem, p 365)
La fiebre amarilla mató más soldados españoles que las balas revolucionarias. El hambre y el desabastecimiento hicieron el resto.
El esfuerzo independentista cubano habría de sufrir un serio revés con la muerte de Martí en combate el 19 de mayo de 1895, su valor era reconocido por todos, al extremo de que en su funeral fue despedido por su adversario español, el coronel Jiménez de Sandoval.
La guerra de independencia cubana tuvo un costo terrible para España, España tenía que mantener un ejército en aquella isla que superaba los 200 mil hombres de los cuales mas de 40 mil murieron victima de de la mayor parte de enfermedades tropicales tales como la fiebre amarilla. Era casi imposible para España ganar una guerra en Cuba, ya que el ejercito mambíes se había refortalecido y la causa revolucionaria independentista que tenía como epicentro ideológico-organizativo el Partido Revolucionario Cubano, se expandió por toda la isla. Ya para el año 1896, el ejército mambíes había logrado algo trascendental en la Historia independentista cubana, “poner en jaque a casi doscientos (200) mil combatientes metropolitanos” (ídem, p 378), pero a partir de esa fecha y de este momento es donde la causa revolucionaria tenía un efecto irreversible y consecuencias abrumadoras, no sólo en el aparato político-administrativo, sino también en el económico-financiero; la burguesía cubana adoptó un comportamiento estratégico tendente a mantener sus intereses económicos, por lo cual se vieron obligados a aprovechar la coyuntura histórica y asumieron tres posturas examinando cual era la que mas les convenía; la primera era mantener y reforzar el respaldo a España, incrementando la ayuda económica para financiar la guerra y desprestigiar la campaña independentista; la segunda opción, sería solicitar la intervención del Gobierno estadounidense en la contienda d Cuba y España, con la excusa de acabar con la crueldad y la represión que España mantenía en la isla y aliviar el desgaste de propiedades (campos), que causaba grandes perdidas para Estado Unidos, ya que era el principal consumidor de azúcar producido en Cuba; y por ultimo y por su puesto, fue el camino mas viable, sumarse a la causa emancipadora-autonomista. Ya para el año 1897, la huida de los españoles de Cuba era cuestión de tiempo, las sorprendentes estrategias militares fraguadas por el Máximo jefe revolucionario, Máximo Gómez, colocaba a España en situación crítica en el Caribe, específicamente en Cuba, situación que aprovecha el Gobierno de los Estados Unidos para ejercer presiones sobre España, para que éste solventara el conflicto en Cuba.
Uno de los momentos claves de la historia de la independencia cubana, tiene lugar el 15 de febrero de 1898 cuando se produce una misteriosa explosión que produce el hundimiento en el puerto de La Habana, del acorazado norteamericano Maine que se encontraba allí para “proteger a los ciudadanos” y a los intereses norteamericanos de la ciudad de La Habana y fue considerado por los Estado Unidos como un acto de sabotaje, el Congreso norteamericano aprueba entonces una resolución en el cual anuncia que le pueblo de la isla de Cuba es de derecho y debe ser libre e independiente, así los Estados Unidos le declaran la guerra a España. Aquí se puede notar como el Gobierno estadounidense aprovecha la situación, todo el clima belicista que imperaba en los Estados Unidos se proliferaron con el hundimiento de el acorazado Maine, en donde murieron 260 de 355 tripulantes, y se puso en práctica la doctrina Monroe, en donde se alegaba que ninguna potencia europea debía tener soberanía sobre territorio americano, y por lo tanto ellos serian precursores de la libertad en las colonias americanas. De esta manera, Estados Unidos despertaba después de un siglo de paciente espera, para luego tomar dominio de la isla como punto estratégico de la política expansionista en América y el Caribe.
Finalmente el gobierno español y el norteamericano llegan a un acuerdo en París, al cual no fueron invitados ningún representante cubano, parecía obvio que los norteamericanos que había ocupado la isla, intentaba aleccionarse a Cuba, con el apoyo de un sector de la población cubana, pero en 1902 Estados Unidos le concede la independencia a Cuba, aunque en la practica le impone un tutelaje que limitaba su soberanía a través de la llamada Enmienda Platt, enmienda redactada por un senador norteamericano donde autorizaba a los Estados Unidos actuar sobre la soberanía cubana. Es decir, que “el Gobierno de Cuba debía estar consiente que los Estados Unidos pueden ejercitar el derecho de intervenir para la conservación de la independencia cubana, el mantenimiento de un gobierno adecuado para la protección de vida, propiedad y libertad individual”. La enmienda Platt también prohibía a Cuba firmar tratados con potencias extranjeras que no fueran Estados Unidos, endeudarse por arriba de sus posibilidades de pago, le negaba la soberanía sobre la importante Isla de Pinos y le garantizaba a Estados Unidos la compra de tierras para minas de carbón o estaciones navales.
Esta enmienda fue agregada a la constitución de Cuba, lo cual garantizaba el retiro de las tropas norteamericanas de Cuba. Como resultado, Cuba quedaba reducida a un Estado de semiesclavitud, sin fronteras, sin aduanas, sin soberanía, con el peligro de intervención militar. No debía resultar sorprendente, entonces, que fuera Cuba la primera revolución socialista del continente americano.
BIBLIOGRAFIA
-. Franco L. José, Documentos para la Historia de Venezuela. Archivo Nacional de Cuba. La Habana, 1960.
-. Guerra V. Sergio, El dilema de la Independencia: Las luchas sociales en la Emancipación latinoamericana (1790-1826.) Editorial Universidad Centra, 2000
-.Torres C. Eduardo y Loyola V. Oscar, Historia de Cuba: Formación y liberación de la Nación (1492-1898). Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 2001
Una pagina dedicada a promover la investigación desde el ámbito social, regional y local,a partir de experiencias de investigación que construyen especialmente los Profesores y alumnos de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador en su Instituto Pedagógico de Miranda "José Manuel Siso Martinez". Donde todos pueden mostrar su talento y compartirlo con el resto de los cibernautas.
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