viernes, 3 de agosto de 2007

CRÍTICA HISTORICA SOBRE: EL REGIMEN DE LA ENCOMIENDA EN VENEZUELA DEL AUTOR: EDUARDO ARCILA FARIAS





Por: MARCOS A. MOZO H

PRESENTACION.

En el presente trabajo tenemos la oportunidad de abrir las puertas a una visión práctica al constructivismo y a una manera de operatizar un profundo análisis sobre la obra del Autor: EDUARDO ARCILA FARIAS, sobre el régimen de la encomienda en Venezuela.

Así mismo vamos a desarrollar cada uno de los capítulos partiendo de la interpretación y explicación de las causas y conflictos de principios entre teólogos y juristas vividos en la época de la Conquista y la Colonización del indio en Venezuela y América.

I.- HISTORIA DE LA OBRA.

El Autor Eduardo Arcila Farías nos presenta esta obra que se escenifica su acción:

Durante el siglo XVI, la encomienda de indios que dio origen a la famosa controversia iniciada por Montesinos y sostenidas luego por B. Las Casas; un conflicto de principios entre teólogos y juristas sobre la condición de los indios, y sobre la justa guerra, lucha política librada en territorio europeos entre los Papas renacentistas contra el naciente poder absoluto de los reyes.

La institución de la encomienda Venezolana se estableció en tierras Venezolanas a mediados del siglo XVI, cuando ya en otros dominios había alcanzados su culminación.

En Paraguay, en Nueva España, en la Argentina, Chile o Venezuela, la encomienda asumió características diferentes.

La encomienda Venezolana difiere en mil pequeños y mayores detalles de la encomienda conocida en lo más importante dominios españoles en América.


Los principales rasgos que encontramos son los siguientes:

Establecimiento tardío,
Evolución lenta,
Servicio personal casi hasta el final de la encomienda,
Trabajo de la Mujer
Mayoría de encomiendas de muy escaso números de indios,
Pobreza de rendimiento
Régimen de economía natural.

Pero la característica principal es la fusión de las dos modalidades de “repartimiento” y “encomienda” para integrar lo que se llamó la encomienda de reparto, forma que prevaleció en el país hasta finales del siglo XVII

II.- ESTRUCTURA Y CONTENIDO.
Esta obra esta constituida por 375 paginas, estructuradas de la siguiente manera:

· Introducción.
· Capitulo I.- La Esclavitud de los indios en Venezuela,
· Capitulo II.- Política sobre población Indígena,
· Capitulo III.- Ensayos de Colonización Pacifica,
· Capitulo IV.- Oposición y Defensa de las Encomiendas,
· Capitulo V.- Las Primeras Encomiendas,
· Capitulo VI.- Integración jurídica,
· Capitulo VII.- Reparto y provisión de las Encomiendas,
· Capitulo VIII.- Servidumbre Personal,
· Capitulo IX.- El Trabajo Indígena
· Capitulo X.- Régimen de tributación,
· Capitulo XI.- Régimen de Tierras,
· Apéndice documental,
· Abreviaturas y
· Bibliografías.

III.- IDEAS PRINCIPALES.
Capitulo I
La Esclavitud de los Indios en Venezuela.

· El estudio de la institución en el territorio Venezolano.
La esclavitud de la raza indígena en Venezuela.
· Explotación de la raza indígena en Venezuela, de forma cruel a causa de la resistencia opuesta por los aguerridos y numerosos grupos Caribes.
Esclavitud y encomienda

· Esos sistemas de aprovechamiento de la fuerza de trabajo nativa, respaldados por la violencia, no condujeron sino a la destrucción de la población indígena.
La colonización venezolana comienza en la Encomienda.
· La encomienda significó un trato más suave para los naturales y un comienzo de reglamentación y de humanización del trabajo.
Los funcionarios reales y las autoridades eclesiásticas, celándose recíprocamente, constituyen un medio de mayor control sobre los usufructuarios del trabajo indígena.

Rivalidad tirantez entre gobierno eclesiástico y el gobierno civil.

Con la encomienda hubo mayor protección, menor impunidad para los desafueros y cesación de las prácticas de exterminios de la población indígena que se aplicaron en las primeras décadas de la dominación española, y para los pobladores españoles, una fuente de trabajo segura y barata.

La encomienda significó un mejoramiento en la situación del indígena; de esclavo pasa al estado de siervo, con algunos derechos que no siempre fueron simplemente teóricos; de individuos desamparados y a merced de un amo, se convierte en vasallo del Rey entregado en custodia al encomendero quien ha de dar cuenta y razón de sus encomendados.

LA ESCLAVITUD DE LOS CARIBES

En 1.503, la Reina Isabel, extendió licencia para cautivar a los Caribes.
“… por la presente doy licencia e facultad a todos e cualquier persona que con mi mandado fueren ansí a las Islas e Tierra Firme del dicho Mar Océano, que fueren agova están descubiertas, como a las que fueren a descubrir otras cualquier Islas e Tierra Firme, para que si todavía los dichos caníbales resistieren e nonquisieren recibir e acoger en sus tierras a los capitanes e gentes que por mi mandado fueren a facer los dichos viajes e oídos para ser adoctrinados en las cosas de nuestra Santa Fe Católica e estar a mi servicio e obediencia, los puedan cautivar e cautiven para los llevar a las tierras e islas donde fueren; e para que los que puedan traer e traigan a estos mis Reinos e señoríos e a otra cualquier parte e lugares donde quisieren e por bien tuviesen, pagándonos la parte que de ellos nos pertenezcan; e para que los puedan vender e aprovecharse de ellos sin que por ello caigan ni incurran en pena alguna porque trayéndoles de estas partes e sirviéndose de ellos los cristianos, podrían ser mas ligeramente advertidos e instruidos en Nuestra Santa Fe Católica…”[1] 8.

LOS DOMINICOS EN PARIA

La desconfianza fue uno de los más poderosos obstáculos que dificultaron posteriormente la penetración e impuso la resistencia armada como único y desesperado recurso, pues los naturales conocieron que no podrían acogerse a ninguna promesa y que los pactos con aquellos hombres de allende el mar no conducía sino a peores resultados.
El Cardenal Cisneros, regente de la Corona de Castilla, cedió en 1.516 a los dominicos el gobierno de la costa de las perlas para un ensayo de reducción de los indios por la predicación.
El Proyecto surgió de las consultas hechas por la Corona sobre el mejor método de someter a los indios de esa región, y pareció que “era enviar personas religiosas y de muy buena vida a predicar y enseñar a los dichos indios, sin otra gente ni manera de fuerza alguna”. El gobierno no quedaba en manos de los dominicos, que unidos a los franciscanos se trasladaron desde España para dar comienzo a la misión. 12

ESCLAVITUD INDIGENA BAJO LOS WELSERES.
Producto de una capitulación celebrada en 1.528 con los alemanes ENRIQUE EINGUER Y JERONIMO SAYLLER, se autorizo a través de uno de los capítulos de un documento a tomar esclavos en guerra y por rescate.

“ Vos doy licencia y facultad a vos y a los dichos pobladores para que a los indios que fueren rebeldes, siendo amonestados y requeridos, los podáis tomar por esclavos, guardando cerca de estos lo que pudo en esta nuestra capitulación y asiento será contenido, y las otras instituciones y provisiones nuestra que cerca de ello mandaremos dar; e de esta manera, e guardando la dicha orden , los indios que tuvieren a caciques y otras personas de la tierra por esclavos, pagándoselos a su voluntad a vista de la justicia y veedores y de los religiosos que con voz irán, los podéis tomar y comprar, siendo verdaderamente esclavos, pagándonos el quinto de los dichos esclavos “.18[2]

LAS RELACIONES DE PEREZ DE TOLOSA.

La pesquisa realizada por Pérez de Tolosa en 1.545, demostró en sus cartas dirigidas al Rey de España, la situación padecida por los indígenas venezolanos y la implacable persecución que sufrieron por los alemanes y por los españoles de tierra firme y de las Islas. Según cuenta, en Cubagua:

“había copiosa gente de guerra que de solo hacer esclavos se mantenía”, y mucha de esa gente, tan experimentada en esta clase de tratos, fue mandada a buscar para robustecer la fuerza de Coro, donde quedaban muy pocos españoles cuya única granjería era la venta de esclavos indígenas. 23

LAS LEYES CONTRA LA ESCLAVITUD.

En 1.546, Pérez de Tolosa recibió una real cedula en la que se le participaba la resolución real acerca de que en adelante, por ninguna vía, pudiera tomarse esclavos indios; disposición que tendría un efecto retroactivo en beneficio de aquellos que hubiesen sido reducidos a cautiverio contra razón y derecho y contra las provisiones e instituciones dictadas por la monarca. 28[3]

LOS CAUTIVOS DE GUERRA.
Los indios capturados eran separados de la comunidad indígena y repartidos entre los soldados quienes los trasladaban a sus casas o tierras de labor, como criados o labradores, obligándoseles a dar servicios personales durante todo el tiempo de su cautiverio sin renumeración ni limite de tiempo se servicios, practica que estuvo en ejercicio hasta 1.692, en que se limito el tiempo de servicios a 10 años y el numero de días de trabajo para el amo a solo tres a la semana.

EL REQUERIMIENTO DE JUAN DE VILLEGAS

No es más que la génesis del hombre, se le impone a los naturales y obliga asimismo a un cambio en sus costumbres ordenándoles practicar una severa monogamia que ha debido parecerles un muy extraño mandamiento, puesto que los españoles no abonaban con el ejemplo. La creencia en un creador y la fe de una iglesia católica a la cual ellos pertenecían.

ULTIMAS FORMAS DE ESCLAVITUD.

Los Caribes capturaban INDIOS, para venderlos como esclavos a los portugueses de Paraná.

Capítulo II
POLITICA SOBRE POBLACION INDIGENA.

No es posible reconocer en la primera década del siglo XVI una política relativa a los indígenas, pero tampoco se puede exigir que los conquistadores y descubridores lleguen provistos de una lesgilacion sobre una materia que nadie conocía.
Los colonizadores desprovistos de políticas alguna sobre la población indígena propagaron el desorden en la parte del mundo descubierta, por causa de los apetitos de riquezas y poder.

LA CAPACIDAD DEL INDIO.

La capacidad de los indios para vivir políticamente fue uno de los temas de más encendidos debates, puesto que de la conclusión del problema dependía si habían de repartirse en encomienda o dejárseles vivir libremente en pleno goce de sus derechos como vasallos del Rey.

DESTRUCCION DE LA POBLACION.

De acuerdo con los testimonios, las causas principales de esta destrucción pueden agruparse:
1. Guerras
2. Enfermedades
3. Maltratos
4. Esclavitud
5. Falta de la encomienda.
6. Expediciones de entrada y descubrimiento
7. Suicidios
8. Servicios Personales
9. Canibalismo.

POBLACION Y ESCLAVITUD
“Los malos tratamientos que se les dio a los naturales tomándolos para esclavos, la destrucción de los pueblos indígenas por los asaltos y las guerras promovidas con el único fin de cautivar indios, de tomar piezas de esclavos probablemente se abulto la realidad de los hechos, pero al estado de despoblación en que se hallaban aquellas regiones señalan un culpable, el conquistador y su sofisticadas armas de guerras”.13[4]

POBLACIÓN Y ENCOMIENDA.

Este régimen después de la desenfrenada actividad de los esclavizadotes, significo un importante paso moderador que contuvo la rápida destrucción y dispersión sufrida por la población indígena durante la primera mitad del siglo XVI, que amenazaba diezmarla totalmente.

EL TRABAJO Y LA DESPOBLACION.

La hueste española se hacia acompañar por un crecido numero de indios, a quienes ocupaban en tareas muy duras como eran las de cargar los mantenimientos, los pertrechos y los heridos; abrir caminos por la selva, cortar madera, construir fuertes y otras obras necesarias en la guerra.

POBLAR Y NO DESTRUIR.

Correspondió a Pérez de Tolosa ser el iniciador de una política de población en Venezuela: Este funcionario sentó el principio de que “poblar y no destruir, es la voluntad del Rey”, y en conformidad con este postulado trato de impedir a todo trance que continuase la rapiña humana, “porque vuestra majestad no es servido que esto se haga, sino que se busque tierra cómoda para que se haga población”. 21[5]
Así Tolosa se dio a la tarea de buscar los medios de fijar la población indígena, la mayoría de la cual había abandonados sus antiguos asientos para escapar de los conquistadores, entregándose a un genero de vida inestable caracterizada por las continuas mudanzas. De sus consideraciones sobre las causas de la despoblación en que hallo la provincia, el gobernador dedujo la conclusión de que el mejor medio para lograr este objeto era el de repartir los indios en encomienda.
En todos los documentos en que dejó la huella de su pensamiento, Pérez de Tolosa sentó claramente que la encomienda era el más capacitado sistema para conservar la población indígena. 22[6]

POBLACIÓN Y MISERIA.

La sal es otro elemento que en la política colonizadora de Pérez de Tolosa desempeña un papel muy importante. La Sal dio origen a la iniciativa de fundar una población en Borbusata por su abundancia en aquella región y por la posibilidad de conducirla a Santo Domingo y San Juan, que tenían ganado sobrante, y promover así el trato y la navegación “que faltaba en Coro, porque aunque tiene sal no se puede sacar sin que sea mas la costa que el provecho”.
“El Conquistador Juan de Villegas, sucesor de Pérez de Tolosa, continuo la política de este, considerando mas conveniente fundar algunas ciudades que afianzasen la población, pues como los desordenes de la administración alemana, las discusiones y los sangrientos sucesos en lo que fue principal protagonista”. 26[7]

LA POBLACION INDIGENA.

Se conocen algunas cifras relativas a los indios que vivían bajo el régimen de encomienda, a los que habitaban en los pueblos en condición de hombres libres, y a los indios de las Misiones.

Capitulo III
ENSAYOS DE COLONIZACION PACIFICA.

Se buscaba una solución práctica para un problema que era de carácter espiritual y temporal a la vez. Había que conciliar la teología con la política, y no era tarea fácil pues se trataba de una política violenta, de una política de conquista en la que España no podía retroceder si quería conservar su papel de gran potencia frente a las otras naciones que trataban de disputarle el dominio de América.

LOS DOMINICOS EN PARIA.

Someter a los indígenas americanos por medio de la predicación. Los Dominicos fueron abanderados de esta causa y el propio Vicario de la Orden en la Española ofreció ponerse al frente del primer ensayo de esta naturaleza en América.

Fue así como el Cardenal Cisneros concedió poderes a los dominicos para que pasaran a la costa de las perlas y provincia de Cumana, otorgándoles una soberanía casi absoluta entre aquel territorio.

COLONIZACION CON LABRADORES.

A causa del levantamiento de los indios y muerte de algunos religiosos en represalia por los asaltos y violencias cometidos por los traficantes de esclavos indígenas.
Bartolomé de Las Casas, concibe entonces un proyecto que comprendía la suyeccion pacifica de los indios y el desarrollo de la colonización por el establecimiento de labradores españoles.

La ausencia absoluta de medios de fuerza era el fundamento de este proyecto.
LAS CASAS EN PARIA.

Las Casas se comprometió con la Corona a asegurar en los dos primeros años el vasallaje y obediencia de 10.000 indios tributarios y una renta de 15.000 ducados anuales desde el tercero hasta el quinto año a partir de la fecha del contrato; 30.000 ducados desde el sexto hasta el noveno año; y 60.000 ducados a partir del décimo año. Esta renta seria pagada en palo del Brasil, algodón y otros productos.

“Las Casas colonizaría pacíficamente, los frailes predicarían la fe y los españoles rescatarían con los indios y apelarían a la guerra tan solo cuando las casas certificase que aquellos eran caníbales o que no querían recibir la fe, ni ser amigos de los españoles”. 5.[8]

EL ENSAYO DE JUAN DE AMPIES.

Juan de Ampies era factor y regidor en Santo Domingo, y en 1.526 dirigió al Rey una Cata en la cual dio relación de todas sus actividades encaminadas a obtener por medios pacíficos la lealtad de los indios de Tierra Firme.
Cuenta que conversando con los indios que le habían asignado con ellos en su casa le pareció que era gente de más razón y habilidad que las de otras partes que él hubiere visto, y muy garrosas de hacerse cristianas.

OPOSICION Y DEFENSA DE LA ENCOMIENDA.

La fecha del establecimiento de la encomienda en Venezuela es la de 1.545.

Las causas principales del atraso en el desarrollo de esta institución fueron:
La forma desordenada en que se hizo la Conquista y la Colonización de este Territorio.
La porfiada resistencia de los Caribes que hizo difícil la conquista e impuso la guerra en sus más crueles y devastadoras manifestaciones, casi como el único medio de dominación.
Los asaltos de los traficantes de indios esclavos que anularon todos los intentos de dominación pacifica, por lo menos sobre una parte del territorio, e hicieron más tenaz la resistencia indígena generalizándola de un extremo a otro del país.
La oposición de los gobernantes alemanes.


La principal carga de servicios que soportaban los indios era la que se refería al acompañamiento de los conquistadores en las “entradas” o jornadas de descubrimiento, en las que fueron tan emprendedores los alemanes.
Cuando los gobernadores alemanes llegaron a Venezuela, ya la encomienda tenía en América una larga y ruidosa historia.[9]3

LOS WELSERES CONTRA LA ENCOMIENDA.

Los Welseres no aplicaron la disposición relativa al reparto de encomienda a pesar de las órdenes que en dos oportunidades posteriores les envió el monarca, y contra las demandas de los pobladores españoles. En esta oposición al reparto de encomiendas los alemanes estuvieron apoyados por el primer Obispo de Venezuela, Rodrigo de Bastidas.

“Los Welseres permanecieron indiferentes a esta orden y entonces los pobladores de Coro, por medio de Luís Gutiérrez de Leiva y Alonso de la Llana, acudieron al Rey en demanda de que se hiciese efectivo el reparto de encomiendas dispuesto por la capitulación de 1.528 y por la cedula de 1.531”. 9.

EL CABILDO DE CORO A FAVOR DE LA ENCOMIENDA.


Juan de Villegas, procurador de Coro, en la reunión del Cabildo de esa ciudad del 30 de diciembre de 1.539, hallándose presente 5 pira, hizo a este un enérgico requerimiento preñado de amenazas en demanda de la inmediata distribución de encomiendas:
“…dijo al muy magnifico señor Jeorge de Espira, Gobernador e Capitán General de esta provincia por sus majestades, que esta presente, que bien sabe e le es notorio como todos los pobladores e conquistadores que están en esta gobernación están adeudados y empeñados e la principal causa es por se sustentar e mantener e el poco fruto e remedio que tienen…” cito Villegas las disposiciones que ordenaban el repartimiento, y especialmente la cédula de 1.534, concluyendo:


“… e no obstante que dicho señor gobernador la tiene obedecida, parece claramente haberle fecho para cumplir con SM., pero no para efectuar lo que así SM manda, en lo cual los dichos mis partes, pobladores e conquistadores, reciben notorio agravió e gran perdida” 11[10]

OPOSICION DEL OBISPO BASTIDAS.

El obispo Rodrigo de Bastidas se enfrentó a Juan de Villegas contra la demanda de éste en pro del reparto de encomienda, impugnando vigorosamente la pretensión de los pobladores de Coro. Bastidas, se opuso al establecimiento del régimen de encomiendas y solicito que a los Indios se les mantuviese libres. Naturalmente que esa libertad era muy dudosa, pues no eximia a os indios de prestaciones forzosas ya que Spira, con apoyo del Obispo, había dispuestos que los indios sirvieran tres días a la semana a los pobladores europeos, aunque sin adscribirlos a ningún individuo en particular.

ESTABLECIMIENTO DEL REGIMEN DE ENCOMIENDA.

Fue en 1.545, cuando Carvajal, en su sangrienta disputa con los Welseres por el Gobierno de la Provincia y con el apoyo de una gran parte de los pobladores de Coro y la adhesión de Juan de Villegas, a quien designo por su Teniente de Gobernador, tomo asiento en el Tocuyo y procedió a repartir en encomiendas a los indios de la región. 16[11]

CAPITULO V.- LAS PRIMERAS ENCOMIENDAS.

En la fundación de Barquisimeto se efectuó el repartimiento, elevándose el número de encomiendas distribuidas en 38.

Posteriormente se añadió el nombre de Hernando Madrid, a quien se dio el principal BUCEREMEQUEDI O CURAHAMARO, EN IBOA (valle de las damas), con 31 indios que se había proveído a Pedro Fernández, quien lo renunció. 2[12]

Días mas tarde hicieron nuevas agregaciones y repartimientos complementarios en beneficio de los mismos primeros encomenderos de la nueva ciudad. A pedro Fernández se le dieron otra seis casa pobladas en las mismas de San Pedro y al principal TOCORAHOANA, en el Valle de las Damas, y en Cayare el principal Ticazoa.

LA PRIMERA ORDENANZA DE ENCOMIENDAS EN VENEZUELA

Los indios eran puestos bajo tutela del encomendero para que estelos protegiera, defendiera y adoctrinara.
Una vez realizado el reparto de las encomiendas entre los primeros pobladores de Barquisimeto, Juan de Villegas procedió a dictar las ordenanzas que debían regirlas.

Los pobladores que se habían constituidos en encomenderos en virtud de los repartimientos hechos por Villegas en la misma fecha en que promulgó estas ordenanzas, acataron todas sus disposiciones; pero contradijeron la parte relativa a la prohibición de emplear los indios en los trabajos de minería y en parte lograron su objetivo, pues en las escasas explotaciones mineras de entonces hallaremos posteriormente cierto numero de indios ocupados en estas labores, aunque en ellas prevaleció siempre, como en los trapiches y mas tarde en el cultivo y beneficio del cacao, la mano de obra negra.

CAPITULO VI.- INTEGRACION JURIDCA.

La encomienda es una institución que se forma a través de un largo proceso evolutivo. No se establece, con otras, en virtud de un ordenamiento original. Nace en América casi espontáneamente por fuerza de arcas españoles, sino contra su voluntad.

Trató de someter al encomendero a su severo control por parte del estado; creo las visitas de indios; dictó reglamentos y en fin, limitó el poder del encomendero de manera que no alcanzara una hegemonía local capaz de enfrentar a la autoridad real.

La ausencia de un poderío militar efectivo constituye una de las razones fundamentales que quitan a la encomienda su principal características feudal.

CAPITULO VII.- REPARTO Y PROVISION DE LAS ENCOMIENDAS.

El reparto en encomienda había quedado limitado a la relación con el tributo que el indio debía pagar a su encomendero; y el repartimiento en mita o cuatequil, en cambio, se relacionaba con el suministro de trabajo.

El reparto de las primeras encomiendas se hizo entre los conquistadores y primeros pobladores de las ciudades. Fue el único premio que obtuvieron después de muchos años de padecimiento, y el mas fuente estimulo para la conquista que podían hallar en un territorio tan pobre de minerales y de otros recursos preciosos que pudieran proporcionar fortuna en corto plazo, y aun los indios que se podían repartir eran muy pocos pues la mayoría de la población indígena fue rebelde, los pocos que quedaron estaban ya sometidos cuando se inicio la encomienda.


CAPITULO VIII.- SERVIDUMBRE PERSONAL.

Los indígenas trabajaron para los españoles ya como eslavos o como siervos, pero sin estar adscritos a nadie en particular. Los primeros gobernadores alemanes obligaron a los indios a atender las labranzas, construir las casas que fueron necesarios, transportar las cargas y prestar servicios domésticos, sin limitación alguna de tiempo ni reglamentación.

Después que se establece el régimen de encomiendas a partir de 1.545, la servidumbre personal de los indígenas fue conservada a pesar de las leyes en contrario que se dictaron, las que no pudieron ser aplicadas en muchas partes de América donde la pobreza del medio dificultaba la tributación en especie o en moneda.

Los indios que estaban adscritos como criados personales aplicados a los servicios domésticos o labores del campo, sin sujeción a las reglamentaciones hechas para las “encomiendas de repartimiento” se ele dio el nombre de “encomienda de servicios personales”.


CAPITULO IX.- EL TRABAJO INDIGENA.

La mayor parte de este trabajo es invertido en la producción de maíz y de trigo, bienes destinados al consumo local. 2[13]

La producción de hilo, que es a que ocupa mayor numero de brazos, se realiza por medios primitivos y es una actividad esencialmente rural.
Es de todas la mas importante desde el punto de vista del comercio interior, pues ella proporciona uno de los instrumentos de cambio mas generalmente empleado, que es el hilo y el lienzo.

Según afirma Miranda 3, el trabajo del indio completara el de los esclavos negros; sin embargo, es preciso tener en cuenta que, hasta el omento de iniciarse el auge cacaotero, que parte desde mediados del siglo XVII, el numero de esclavos es relativamente escaso de Venezuela. Sin embargo el empleo de la mano de obra negra se advierte en el campo en número cada vez mayor y algunas labores eran realizadas casi exclusivamente por esclavos, como las del beneficio de la caña de azúcar.
CAPITULO X.- REGIMEN DE TRIBUTACION.

El primer tributo para la Corona que conocieron los indios en América fue el impuestos por Colon a los naturales de Santo Domingo, en 1.946.

Cortés impuso tributación a los pueblos de Nueva España, que desde tiempo muy antiguos, anteriores a la llegada de los españoles, pagaban tributo a los que llamaban “sus señores particulares”, en omentos en que o establecido era el servicio personal.

El tributo establecido en 1.687, a los encomenderos por medio del Alcalde indígena, encargado de hacer la recaudación, según que prescrito por las leyes de Indias.

XI.-REGIMEN DE LAS TIERRAS.

El Derecho de la época no daba lugar sobre la franca separación entre encomienda y propiedad, la encontramos en un juicio por el Protector General de los Indios, Diego Francisco de la Cruz Alarcón, abogado de la Real Audiencia de Santo Domingo, en nombre de Mateo de Orocaypuro, cacique principal de los Indios de San Mateo, contra Violante de Ochoa, quien vendió un pedazo de tierra a su hermano Diego Francisco en un lugar cuya propiedad reclamaban los indios ”porque al tiempo que se fundó dicho pueblo, precisamente se le señalaron tierras en que labrar para sustentarse y a su mujer y sus hijos, según lo establecido por Derecho, y que consta en diferentes datas que se dieron al tiempo de la conquista a los encomenderos, que solamente se les dio las encomiendas y no las tierras, y que siendo encomenderos y que la data era su vida, las vendían y enajenaban en perjuicio de los pobres indios”, cuyo nombre contradecía “cualesquiera ventas que hubieran hecho los encomenderos” 4.[14]

El deslinde de las propiedades de indios y encomenderos se hacía por un funcionario en comisión especial, ante testigos y en presencia de los indios.4


IV.- FUNDAMENTACION TEORICA.

El autor Eduardo Arcila Farias, en su obra el Régimen de la Encomienda en Venezuela nos relata los diferentes tópicos por la que ha atravesado la encomienda en nuestro país.

Y la disputa sobre la encomienda indiana, nacida, en una cuna tan humilde, adquirió una dimensión que se salio bien pronto de sus limites que sus promotores quisieron darle, hasta llegar a incorporarse como uno de los episodios de la gran lucha política sostenida en territorio europeo entre la iglesia y el Estado.

Considero que fundamenta su obra sobre las bases teóricas del constructivismo debido a que la encomienda en Venezuela se construye bajo el propio aprendizaje de lo vivido por el motivo en la época de la conquista y la colonización.

V - VI.- IDEA SORE LA HISTORIA QUE MANEJA AL AUTOR.

El autor maneja la idea de reconstruir la historia respetando los distintos escenarios, espacios y tiempo cronológico, eximiéndose de presentar un cuadro de la encomienda en América y de su evolución completando las peculiaridades del régimen de la encomienda en Venezuela.


VII.- SUSTENTACIÓN BIBLIOGRAFICA.


El autor se sustenta en fuentes provenientes del Archivo General de la Nación, Caracas, 8 Colecciones y del Archivo del Palacio Arzobispal de Caracas, lo cual lo consideramos como fuentes primarias, documentos sueltos; 69 fuentes, de las cuales 9 son Bibliograficas y 20 Hemerográficas, y finalmente, publicaciones de la Escuela de Estudios Hispanos Americanos. 19 fuentes.

VIII.- CONSIDERACIONES FINALES.

Consideramos que el régimen de la encomienda en Venezuela obedece a una intencionalidad que no es más que someter al indio a los intereses de la iglesia para ser adoctrinado en la fe., y al conquistador para que lo someta como mano de obra esclava.

Pero no podemos descartar que la encomienda mejoro su condición, dándole entrada a los negros de Africa y obteniendo el indio como beneficio la consideración de servidumbre o vasallo del Rey.

[1] 8. Sevilla, agosto de 1.503 Arch. Gen. De Ind. Copia de la A H H C.H. r.f. I48.
Cachón y Calvo, Cedulario Cubano. T. VI. El autor de la mejor historia sobre la esclavitud en América, cita como la cédula originaria de la esclavitud de los Caribes, la que dio Don Fernando en Burgos, en 1.511, fecha que ha sido adoptada por otros autores. La cedula de Doña Isabel fue ratificada por otras disposiciones y por la cedula de 1.511, que dejo firmemente asentada la esclavitud de los Caribes.

12. R.C de Septiembre 3, 1.516, publicada por Manuel Serrano y Sanz, op. Cit p. CCCLXXVI

[2] 18. Madrid, Marzo 27, 1.528, publicada por Jerónimo Becker en nota a Fraile Pedro de Aguado, Historia de Venezuela, Madrid, 1.918, T.I. p.9.
[3] 23. Publicado por Fernández Duro, ed. De Oviedo y Baños. Op cit. T.2, pp. 266,71 y 274.
28. R.C. dirigida al gobernador Pérez de Tolosa. Madrid, Junio5, 1.546, arch. Gen de I. copia de ANH C. II 5, f.32
[4] 13. Carta de Pérez de Tolosa, El Tocuyo, Octubre 15. 1.1546 en OVIEDO Y BAÑOS. OP CIT T.2 PAG. 225
[5] 21. Gutiérrez de Arce: El Régimen de Indios. En “Anuario de Estudios Americanos”, T.3, 1.946, APG. 1.147.
[6] 22. El Tocuyo, Diciembre 3, 1.546, En OVIEDO Y BAÑOS, Op cit., T.2 Pág. 227.
[7] 26. OVIEDOS Y BAÑOS. OP. CIT T.I, Pág. 215.
[8] 5. LEWIS HANKE, OP cit., Pág. 177.
[9] 3. R. de L. de I., Lib. 6, Tit. 8, Ley I.
[10] 11. Coro, diciembre, 30, 1.539, Arch. Gen. De Ind. Copia de la ANH, II 4f. 295.
[11] 16. El Padre Aguado (Historia de Venezuela, T. I. pág 336) pone en duda la fundación de El Tocuyo por Juan Carvajal y el repartimiento de encomiendas por éste; según él seria Tolosa El autor de tales actos.
[12] 2. Nueva Segovia, Acta de Septiembre 15, 1.552 arch. Gen de Ind. Indiferente General, 1.210
[13] 2. Véase del autor: Economía colonial de Venezuela. México, Fondo de Cultura Económica, 1.946, pp. 63-101
3. José Miranda op. Cit., p. 427
[14] 4. Caracas, marzo 8, 1.709. Encomiendas, T. 16, f. 4. AGN: C:

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