jueves, 5 de julio de 2007

TRATAMIENTO DE LA FIGURA DE LOS ABORÍGENES EN EL TEXTO DE GUILLERMO MORÓN DE HISTORIA DE VENEZUELA 7° GRADO.


Autor:
Deffitt Giancarlo

UPEL- MIRANDA


En el Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez, y en el contexto del curso de Teoría y Método de la Historia y la Geografía, los estudiantes de la profesora María Elena del Valle de Villalba, tenemos como uno de los objetivos de la materia, aprender a diferenciar los métodos aplicados al discurso histórico, por parte de los autores de texto escolares de historia de Venezuela.
Por tanto, esta ponencia es producto de un estudio al texto de Guillermo Morón, Historia de Venezuela de 7° grado, de la casa editorial SANTILLANA, siendo previamente necesaria la visita a un Liceo, particularmente a la Unidad Educativa Privada, Santa Teresa, ubicada en el municipio Libertador, parroquia San Bernardino, Caracas, con la finalidad de indagar en un principio con qué libros trabajan nuestros profesores al administrar el curso Historia de Venezuela.
En principio, hay la necesidad de plantear ¿qué se conoce cómo indígena?. Etimológicamente, se refiere a todas aquellas personas cuyos recursos son insuficientes para vivir, y originario del país que trata; Esta concepción del Diccionario Laurosse año 2000, viene dada por la influencia del discurso histórico positivista, que nos muestra Jorge Bracho en su obra Positivismo y la enseñanza de la Historia Venezuela, donde plantea que el origen de nuestro pasado comienza a raíz de la llegada de los españoles en el actual territorio venezolano, debido a que los nativos de estas tierras en comparación con la civilización europea carecían de un orden para alcanzar el progreso. Según dice Guillermo Morón (pág 62), por sus distintas costumbres, modos de vivir, su manera de pensar, convivir, y entender la naturaleza se generaron grandes conflictos con los conquistadores.
No obstante, los trabajos realizados por la arqueología, la antropología, y la historia, han brindado suficientes datos que cambian por completo la concepción antes mencionada. Tal como afirma Rafael Strauss en su obra El Tiempo Prehispánico, “ya no es posible referirnos a la historia de nuestros antepasados sin intentar explicar procesos, acontecimientos y elementos característicos del desarrollo cultural y la conformación del cuadro de sociedades prehispánicas en nuestro territorio”. En consecuencia, indígena o mejor dicho aborígenes, son todos aquellos grupos o comunidades que habitan en el actual territorio venezolano, desde el inicio del poblamiento, hace aproximadamente unos 25.000 años A. C., desapareciendo casi en su totalidad con la penetración de los españoles a partir de 1498, y sobreviviendo hasta la actualidad, con una lengua propia, costumbres, religión, con sistemas: político, económico y social.
Seguidamente, nos encontramos con otro término: el texto, entendiéndose por éste, al conjunto de palabras que componen un documento, un escrito general o también al libro designado y que se utiliza, como guía y auxiliar en un centro de enseñanza para la preparación de una asignatura o disciplina determinada. Del mismo modo, el profesor Luis Ernesto Rodríguez (2004, pág., 54) refiriéndose al análisis de la definición de educación expone con relación al texto, “al contenido como declaración, acompañado de la intención con qué se anuncia”.
Así mismo, en el Seminario interuniversitario realizado por el Instituto Pedagógico de Caracas en Febrero del 1999, Jorge Bracho en su ponencia, hace referencia sobre los contenidos en los textos con relación a los currículos de las escuelas. Citando a Ruggiero Romano (1994), Bracho destaca que entre los años 1927 y 1950 se ha escrito con mayor enjundia acerca de la identidad, la nacionalidad, la nación y la historia del mundo. Por su parte, estos términos a partir del siglo XIX dan cuenta del carácter histórico de los debates y las tentativas por definir la pertenencia a una cultura y espacio territorial. No obstante, Bracho hace énfasis en que dentro de los textos el discurso historiográfico media la interpretación, la reconstrucción, los valores, los modelos, las culturas dominantes o los climas de opinión a partir de sucesos concretos. Por tanto, los textos lejos de estar atados a su contenido como declaración o dependiente del él, devienen según Jorge Bracho, de un ámbito en el que los actores sociales, los grupos políticos y las elites gubernamentales pueden reconsiderar o reconstruir la historia de acuerdo con sus intereses.
Un ejemplo que demuestra el efecto que pueda tener el contenido de los textos es la influencia del romanticismo en el discurso histórico, donde se utiliza como dice Jorge Bracho el mito como estrategia discursiva, refiriéndose a las tradiciones inventadas de la historia como la imagen que adquieren de sí mismas las comunidades. Por otro lado, Rafael Strauss, dirigiéndose a los textos de las fuentes utilizadas en la reconstrucción de la Venezuela Indígena, hace énfasis en la importancia de considerar la época de la obra o documento, la condición de los redactores, su grado de cultura, las circunstancias en que ocurrió su elaboración, cómo se obtuvieron los datos, además, de conocer la condición social, el grado de conocimiento y las ocupaciones e intereses de quienes escriben.
Los planes de estudio y los diseños curriculares de la escuela venezolana, en todos sus niveles según Bracho, deberían prestar más atención a las cualidades de los textos, aunque, él se refiere particularmente a la identidad.
Antes de hablar sobre los tratamientos indígenas en el texto de Morón y siguiendo el planteamiento sobre los textos, en este mismo seminario Arístides Medina Rubio ofrece un diagnóstico con relación en la manera en que se presenta la historia de Venezuela en los libros de textos escolares en toda la educación básica o primaria. Según Medina Rubio, en lo que respecta a los autores y los editores los mismos cuentan con conocimientos muy rudimentarios acerca del quehacer histórico y las ciencias sociales en general y en Venezuela, lo que se conoce como editores, son por lo general, comunicadores sociales quienes, por naturaleza, no cuentan con los insumos básicos para la transmisión historiográfica. Igualmente, en los últimos años, aunque, los autores protagonistas pasan hacer los profesores, no ofrecen su colaboración, puesto que las estrategias que se instrumentan para elaborar los manuales, se trazan según los parámetros de programas de instrucción vigentes y la aprobación de dichos textos depende del Ministerio de Educación.
Además, la misma concepción de la historia orienta el contenido de los manuales hacia la memorización y el aprendizaje mecánico. La repetición de contenidos, de manual a manual al mismo nivel y de un grado para otro, expresa la tentación memorística y repetitiva de la didáctica de la Historia arraigada en la enseñanza de la Historia en Venezuela.
La elaboración de los libros de textos, en los tiempos actuales asume la autoría más allá de quien la redacta. Los autores en este sentido, serían no sólo quienes escriben, sino, también el equipo editorial, quienes toman las decisiones estratégicas, propósitos y tendencias estilísticas apropiadas para la comprensión del discurso. Así mismo, la naturaleza del conocimiento histórico se vincula con sólo una parte de lo sucedido, siendo su construcción un resumen del pasado, puesto que, mucho de lo que se conoce como historiografía o discurso histórico es parte de una selección de hechos o fenómenos considerados importantes por nuestros académicos y autoridades en la Historia. Medina Rubio, enfatiza que los libros de texto constituyen un género literario dirigido a individuos de corta de edad y que tienen por finalidad comunicar, introyectar y divulgar una serie de valores y representaciones que se consideran propias de un país así como reforzar a los mismos haciendo de la Historia, un discurso repetitivo.
Un resumen de las características que exhiben los manuales escolares planteado por Medina Rubio son las siguientes:
Ø Muchos de los temas propuestos no toman en cuenta la edad de los educandos, en virtud de la repetición constante de los aspectos temáticos.
Ø La existencia de “América Latina” aparece anclada en el pasado, mediante las grandes civilizaciones (Maya, Incas, Aztecas).
Ø La división de los temas se elabora de acuerdo con las fechas de acontecimientos importantes.
Ø Los temas que se proponen para su estudio no se presentan de modo articulado, sino, por separado unos de otros. Además esto no aparece como intención.
Ø Las estrategias propuestas para el desarrollo de los objetivos son intencionales, inductivas y magistrales.
Ø Aunque en las actividades de aprendizaje se señala la necesidad de vincular los hechos importantes de Latinoamérica, en los objetivos generales del área no existen propuestas acerca de la integración y la paz entre los pueblos.
Ø Las actividades y los ejercicios propuestos continúan privilegiando la memorización de las fechas, nombres y lugares importantes.
Ø Existe una intención muy generalizada como es la de construir la identidad partiendo del conocimiento de los personajes que dieron origen a la República.
Ø El concepto dominante de la historia sólo la remite al pasado.
Ø En los primeros grados de la primera etapa de la educación básica se exige el manejo de la noción tiempo histórico con la instroyección de las fechas patrias.

Tomando en cuenta la nueva concepción del indígena y la definición del texto y las características de los mismos en Venezuela, se procede entonces a mencionar cuáles son los tratamientos de la figura de los aborígenes en el texto de Morón en tres aspectos generales:
Ø Complejo de inferioridad de la cultura Aborigen: desde el punto de vista religioso y tecnológico.
Ø Aborigen como figura de amenaza.
Ø Ausencia de signo de la resistencia del aborigen y heroísmo en la reputación del conquistador español.

Seguidamente, continua la presentación de los tratamientos de la figura de los aborígenes venezolanos en texto de Guillermo Morón, que en principio son citas extraídas en libro de Historia de Venezuela de 7° grado del autor mencionado y son comparadas con otras fuentes relacionadas a la reconstrucción de la historia de los aborígenes para evitar especulación alguna en los planteamientos de las mismas.
Así mismo, el primer punto considerado es el siguiente: Complejo de Inferioridad en las Culturas Aborígenes. Las citas que fundamentan este punto son a continuación:
“La Impresión que causó en los españoles el conocer a los indios con sus distintas costumbres y modos de vivir y su manera de pensar y de convivir y su manera de entender la naturaleza, generó la polémica sobre si debían ser esclavizados o que tenían alma y respetarles su forma de ser.” (Pág. 62)
“Ninguna de las etnias indígenas asentados en el territorio actual de Venezuela, logró alcanzar el grado de desarrollo que representaron otras culturas americanas (Incas, Mayas y Aztecas).” (Pág. 27)
“La vegetación tropical, permitió la sobre vivencia a pesar del escaso desarrollo tecnológico.” (Pág. 37)
“La sociedad europea también tuvo que cambiar sus ideas sobre el indígena americano, gracias a la acción jurista y teológica católica que actuaba en defensa de los indígenas.” (Pág. 49)

Por un lado Jorge Bracho, refiriéndose al discurso positivista, dice que los manuales de enseñanza carecen de articulación entre los distintos elementos que han intervenido en la conformación del proceso histórico, es decir, que carecen de una secuencia que periodiza o secciona como copia del método europeo que divide los hechos por etapas, esto por una parte, trae como consecuencia directa la concepción errónea sobre que nuestros orígenes comienzan con la llegada de los españoles en territorio venezolano, por tratarse de una sociedad civilizada, pues así lo demuestra el discurso de la historia positivista y por otro lado, la falta de conciencia o desconocimiento en los alumnos a mayor profundidad sobre la historia de los aborígenes, puesto que cuesta creer que todavía predomina la influencia con respecto a la versión de los que vivieron de afuera y no la de los dominados.
Por tal razón, Rafael Strauss, hace énfasis en que el estudio de los pueblos aborígenes no se debe pasar por alto procesos o acontecimientos característicos del periodo anterior a llegada de los españoles ya que la etnohistoria así lo demuestra.
De la misma manera, afirma también Manuel Bravo, que la evolución de los pueblos se estabiliza y se construye en la medida en que éstos toman conciencia de sí mismos por la preocupación de mejorar su historia y mantener viva su presencia.
Por otro lado, Strauss pero citado ahora por La fundación V Centenario, a
Del mismo modo, la Fundación V Centenario, hace énfasis en que la vida de los nativos no se agota en su adaptación a los diversos paisajes, sino, que también fueron dando respuestas a las eternas preguntas del hombre sobre su origen, destino, y permanencia creando dioses para sentirse acompañados.
Por tanto, los elementos de inferioridad se deben según Strauss, al predominio de la versión que no muestra la progresiva supresión de las culturas aborígenes por parte de un segmento que se hizo dominante. Así mismo, el autor antes mencionado dice que la ausencia de monumentalidad en el pasado de nuestros aborígenes, no ha sido obstáculo, para el estudio del tiempo prehispánico, con novedosas técnicas de investigación, y que trae como consecuencia, que el síndrome de comparación de nuestras culturas del pasado con las llamadas altas culturas, desaparezcan en términos complejos de inferioridad.
Otro aspecto, que es una de las causas posibles para la mal interpretación sobre la inferioridad de los aborígenes es sobre el planteamiento del maestro Brito en su Tomo I, cuando dice que el trabajo de las comunidades que satisface las necesidades del grupo, no arroja un plusproducto, que monopolizado por una categoría privilegiada y especializada contribuyera a su enriquecimiento, a la diferenciación económica y la formación de las clases sociales en el propio seno de las comunidades y a la transformación de los cautivos de guerra en un grupo explotado permanente como fuerza productiva, económica y socialmente diferenciada. No obstante, el maestro Brito recalca sobre la indagación en otras fuentes sobre la esclavitud indígena y aclara que el modo de vida de los mismos responde al primer modelo producción que llama Karl Marx, citado por Brito, Asiático o primitivo.
El segundo aspecto considerado es: Aborigen como Figura de Amenaza. Las citas que fundamentan este punto son los siguientes:
“Los españoles argumentaban la necesidad de esclavizar a los indios por razones de orden militar, sobre todo cuando se levantaban en armas contra los mismos. Por eso se llegó hablar de guerra justa para darles una lección y así poder someterlos.” (Pág. 62)
“Si se revelan es contra el orden que España pretende instaurar.” (Pág.56)
“En su segundo viaje Colón al llegar a la isla La Española encontró el fuerte natividad destruido por los indígena y muertos sus ocupantes, por esta razón, los españoles dieron muerte a numerosas poblaciones aborígenes y destruyeron sus viviendas.” (Pág. 45)
“Los Caribes fueron guerreros que combatían y hasta esclavizaron a las diversas tribus que se encontraban en su territorio y cuentan los cronistas y misioneros que los caribes tenían como antigua costumbres comer carne humana, sobre todo la de los guerreros más valientes del enemigo.” (Pág. 26)
Una de las críticas que hace Manuel Bravo a la historiografía nacional de finales del siglo XIX, es que la misma ha sido orientada en atención a los intereses de la clase dominante en estrecha relación con la ideología dominante, es decir, la historia como arma de manipulación de los pueblos y por tanto, con relación al punto tratado, la evidencia de la ausencia de los motivos por el cual los aborígenes se revelan contra los españoles.
En este sentido, Eduardo Arcila Farías afirma que los motivos que dieron origen al desplazamiento de la población española hacia América fueron económicos; nunca había la influencia religiosa o política y los españoles nunca vinieron con intención de quedarse. Las ciudades no se fundaron al azar, sino, por conveniencia; una vez comprobados los inagotables recursos económicos se colonizaba y adueñaba del territorio.
Así mismo según Colette Siwka (1979), el continente humano español que llega a territorio venezolano, es fundamentalmente de baja extracción, y no tuvieron un sentido de permanencia.
Por otro lado, Strauss dice que de un acto simbólico de los Caribes para celebrar a sus muertos, se fue transformando en noticia de canibalismo, particularmente entre aquellos españoles que por ampliar beneficios justificaban vencer a dicha etnea con espadas y cruces.
El tercer y último punto es: la Ausencia de Signos de la Resistencia por parte de los Aborígenes y el heroísmo de la reputación del español. Las citas tomadas que fundamentan este punto son las siguientes:
“Los pueblos aborígenes que viven en territorio venezolano fueron convencidos en creer en un solo Dios durante la colonia.” (Pág. 22)
“En nuestro país la conquista se logra con las encomiendas y las misiones.” (Pág. 27)
“Las encomiendas eran unas asignaciones de nativos de cada localidad entre los conquistadores, quienes estaban obligados a educarlos, vestirlos a cambio de la obediencia, la servidumbre y el trabajo gratuito en las tierras del español. (Pág. 22)
“Durante el proceso de colonización la población indígena diezmó debido a las enfermedades y la violencia de la conquista.” (Pág. 99)
“La mentalidad del conquistador es religiosa, por querer extender la fe católica más allá de sus límites y dar luz a los que estaban en tinieblas.” (Pág.120)
“Muchas ciudades se erigieron sobre pueblos indígenas.” (Pág. 55)
“Formación indohíspánica representada por las comunidades que establecieron contacto con la cultura europea e incorporaron a sus formas de vida, técnicas y costumbres de los europeos.” (Pág: 27)

En principio, el maestro Brito Figueroa, dice que para estudiar los fenómenos, se tiene que considerar las causas que lo originan y los elementos que ocurren a producirlo como consecuencia de un proceso de desarrollo interno, de las influencias exógenas y de los fenómenos que con el coexisten, es decir, que hay que estudiar los hechos históricos en todo sus puntos de vista y es lo que lo que hace el maestro Brito en su estudio para las estimaciones de la población, economía y organización social, mostrando en la misma y con referencia a fuentes de cronistas el carácter guerrero de las tribus; como ejemplo de lo anterior el autor habla sobre los Timotes que junto a los cuicas, eran gente belicosa que para la fundación de la ciudad de Trujillo en 1579, los mismos reunieron alrededor de 14 a 15 mil hombres dispuestos a pelear. Además de los Timotes, el autor destaca a los Caquetios de los Valles de Turmero en Barquisimeto, que construían sus aldeas fortificadas al margen del río y una cerca de las otra para reunirse en caso de invasión. Así como también los Caribes, que invadían a los pueblos que estaban cerca para que les abastecieran en lo que necesitaban y utilizaban a sus jóvenes como fuerza de trabajo.
Asimismo, Strauss refiriéndose a la literatura en nuestro tiempo prehispánico, plantea que en dicha fuente se imbrican las características de cada etnea y citando a Tulio Febres Cordero, el autor recalca vestigios de cantos guerreros que fortalecen la idea de una formación militarista. Del mismo modo, citando a Gulij y Gumilla destaca sus trabajos en el alcance de la significación histórica que tuvieron las leyendas sobre héroes culturales, que en cierto sentido fueron extraviándose, relatos sobre caciques, manaures, y jefes guerreros que al inicio de la colonia, se manifestó en las acciones de sus descendientes cuando defendían sus tierras y su cultura, como el caso de Guaicaipuro en la zona centro norte, quien convoca un levantamiento de las sociedades gobernadas por Baruta, (su hijo mayor), de otros 11 dirigentes o el caso de Conopoima y Acaprapocon, quienes comandan la lucha después de muerto Guaicaipuro. También por el nororiente se menciona el cacique cumanagoto Cayaurima y sus alianzas con otros gobernantes de la zona cumanesa contra los conquistadores.
Asimismo, Manuel González Abreu, haciendo un enfoque general de la vida de los aborígenes durante la colonia, menciona que para que los españoles pudieran colonizar, la guerra de conquista se mantuvo por alrrededor de siglo y medio. Este mismo autor, plantea que en Venezuela la oposición aborigen tuvo más bien el carácter de una empresa por la supervivencia o contra el cautiverio, realizada de manera aislada por parte de las tribus afectadas.
Finalmente, la verdadera intención es que tanto docentes como alumnos, debemos conocer el otro lado de la historia, ya Manuel Bravo lo planteaba, la estabilidad de los pueblos gira en la medida en que se conozca así mismo; y muchos trabajos como el de Miguel Acosta Saignes, Rafael Strauss, Brito Figueroa, han respondido a ese llamado, ahora es que hay material para estudiar y reconstruir; no se trata tampoco de invalidar por el pasado de las demás sociedades, pero, si darle peso, amor, y valor a nuestra cultura y al mismo tiempo refomentar el que-hacer de la Historia como una Ciencia.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


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Ø González, M., (1979). Dependencia Colonial Venezolana. Caracas: Universidad Central de Venezuela.
Ø Instituto Pedagógico de Caracas. (1999). Nuevas Estrategias para la Enseñanza de la Historia en la Educación Básica. : Caracas: Tropykos.
Ø Medina, A., (1998). La Invasión Europea y el Descubrimiento del Pasaje Venezolano. Comp. en: Fundación V Centenario. Repaso de la Historia de Venezuela. Caracas: Autor.
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Ø Saignes, M (Sin fecha). Estudios Etnología Antigua de Venezuela. Autor.
Ø Strauss, R., (1992). El Tiempo Prehispánico. Caracas: Autor.


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