viernes, 5 de marzo de 2010

LA DESAPARICIÓN FORZADA EN VENEZUELA 1960-1969 de AGUSTÍN J. ARZOLA CASTELLANOS.


Por: Matos Diamaris
IPMJMSM/UPEL-Miranda
INTRODUCCIÓN.
La desaparición forzada de personas ha sido utilizada como un procedimiento de represión e intimidación de la población por parte de regímenes políticos autoritarios o dictatoriales, con el fin de someter, debilitar y hasta extinguir a sus adversarios.
“Desapariciones Forzadas” es el término que se utiliza cuando una persona es detenida o secuestrada por el Estado o por funcionarios que operan en su nombre, ocultando cualquier información sobre la víctima. Violando de esta manera el derecho a la vida y a la libertad, el respeto a la integridad física, a la diversidad de pensamiento, no solo de las víctimas, sino también el de sus familiares.
A pesar de que en 1948 Venezuela firmó el acuerdo internacional conjunto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual fue ratificada en varias ocasiones, y por igual vulnerada por los distintos gobernantes de la república. Estos derechos fueron quebrantados una y otra vez, por los gobiernos de turno, quienes recurrieron a las prácticas inhumanas de la tortura y desaparición forzosa de la disidencia política en su entorno.
Esta obra destaca una parte de la historia venezolana, donde el historiador Agustín Arzola expone y analiza la desaparición forzada, sus formas de institucionalización, las denuncias y los actores del proceso. El autor respalda su investigación con entrevistas realizadas a los familiares de las víctimas.
Título: La Desaparición Forzada en Venezuela 1960-1969.
Del Autor: Agustín J Arzola Castellanos
Fondo Editorial Tropykos. 1964.
I. Historia de la obra (contextualizada).
En este trabajo Agustín Arzola analiza la realidad política y social de Venezuela en el período comprendido entre 1960-1969. Uno de las etapas más sombrías de la historia venezolana, ya que el derecho a la vida se quebrantó y se vulneró durante estos años debido al gran número de desapariciones forzadas por causas políticas.
Luego del derrocamiento del General Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958 tiene su inicio en Venezuela la llamada democracia representativa, y con ella la búsqueda de un sistema político donde desembocaran las inquietudes de los diversos grupos políticos y demás sectores que lucharon contra la dictadura.
Es por esto que el 31 de octubre de 1958, los representantes políticos Rómulo Betancourt de Acción Democrática, Rafael Caldera de Copei y Jóvito Villalba de URD firman un pacto político denominado Pacto de Punto Fijo, compromiso de respeto a la decisión electoral del pueblo para las elecciones de ese mismo año. Rómulo Betancourt, candidato del partido Acción Democrática gana estas elecciones.
Sin embargo, debido al apasionamiento, intereses y diversas conveniencias políticas que rigieron por parte de estos grupos políticos y demás sectores que asumieron el liderato político, quienes bajo la dictadura lucharon unidos contra ella, en democracia se desunieron en busca del poder para sí.
La inestabilidad en el ámbito político, y las diferencias políticas dentro del partido de gobierno, conllevan a la creación de otro partido conocido como Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Partido que lideriza el movimiento guerrillero en Venezuela junto con otros grupos relegados del poder, influenciados por los movimientos guerrilleros en Latinoamérica, estimulados por el triunfo de la Revolución Cubana que determinaba que el medio a seguir para la obtención del poder eran las guerrillas.
II ESTRUCTURA Y CONTENIDO:
Titulo: La Desaparición Forzada en Venezuela 1960-1969.
Del Autor: Agustín J Arzola Castellanos
Fondo Editorial Tropykos, 2005.
Esta obra contiene 241 páginas estructuradas de la siguiente manera:
Prólogo.
Introducción



CAPÍTULO I.
Marco Teórico. Conceptualización de violencia política.
A.- Definiciones teóricas sobre la violencia política.
B.- La violencia política.
CAPÍTULO II.
Ubicación estratégica de Venezuela, incidencia del entorno político internacional y escenario político nacional en el período 1960-1969.
A.- Importancia geopolítica del territorio venezolano y escenario político internacional durante la década de 1960.
a.- Ubicación geopolítica estratégica de Venezuela-
b.- La Doctrina de Seguridad y Defensa del Estado venezolano para la década de 1960.
c.- Influencia de la República de Cuba en el escenario político venezolano de la década de 1960.
B.- Cuadro político en la Venezuela de la década de 1960.
a.- Civiles y política
a.1.- Pacto de Punto Fijo.
a.2.- Guerrillas.
b.- Militares y política.
b.1.- Jesús María Castro León.
b.2.- El Carupanazo y El Porteñazo.
CAPÍTULO III.
La desaparición física: Conceptualización, testimonios y denuncias en Venezuela durante el período 1960-1969.
A.- La desaparición física como arma política para el período de 1960-1969.
a.- Procedimiento de desaparición física.
b.- El Teatro de Operaciones.
B.- Institucionalización de la desaparición forzada como método coercitivo.
a.- Organizaciones gubernamentales que participaron en las desapariciones físicas de los políticos disidentes de los gobiernos de la década de 1960.
b.- La Escuela de las Américas.
C.- Denuncias de casos de desapariciones políticas en Venezuela
a.- Desaparecidos en las zonas rurales.
b.- Desaparecidos en zonas urbanas.

CAPÍTULO IV.
Actores del proceso de denuncia y respuesta en cuanto a las desapariciones políticas en Venezuela durante el período 1960- 1969.
A.- Parte denunciante del fenómeno desaparecidos en Venezuela.
a.- Familiares.
b.- Organizaciones políticas de izquierda.
b.1.- Partido Comunista de Venezuela (PCV).
b.2.- Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
b.3.- Partido Revolucionario de Integración Nacionalista (PRIN).
B.- Respuesta oficial frente al fenómeno desaparecidos en Venezuela.
a.- Posición de los Gobiernos de la década de 1960 frente a las acusaciones de desapariciones políticas.
b.- Instituciones gubernamentales.
b.1.- Congreso de la República.
b.2.- Fiscalía General de la República.
b.3.- Ministerios.
b.3.1.- De la Defensa.
b.3.2.- Del Interior.
C.- Consecuencias y efectos del proceso de denuncias sobre los desaparecidos políticos en Venezuela.
a.- Balance.
b.- Proyección.
Conclusiones.
FUENTES.
Documentales.
Bibliográficas.
Referenciales.
Hemerográficas
Entrevistas.
ANEXOS.
ANEXO N° 1.
ANEXO N° 2.
ANEXO N° 3.
ANEXO N° 4.
ANEXO N° 5.
ANEXO N° 6.
ANEXO N° 7.
ANEXO N° 8.
ANEXO N° 9.
ANEXO N° 10.
ANEXO N° 11.
ANEXO N° 12.
ANEXO N° 13.
ANEXO N° 14.
ANEXO N° 15.
ANEXO N° 16.
ANEXO N° 17.
ANEXO N° 18.
ANEXO N° 19.
ANEXO N° 20.

III IDEAS PRINCIPALES.
CAPÍTULO I.
Marco Teórico. Conceptualización de violencia política.
En este capítulo el autor considera necesario conceptualizar la violencia política, por lo que expone diversas definiciones teóricas por diferentes autores acerca de la misma, con el fin de que el lector pueda tener una comprensión más amplia sobre el tema de las desapariciones forzadas en Venezuela en la década de los años 60.
Después de analizar estas definiciones concluye que: La violencia es inseparable de la política, a su vez, la violencia política es inseparable del Estado, por el uso que este hace de la misma para ejercer control sobre la sociedad. Y que esta violencia política está presente en toda sociedad, siempre existirá un grupo político autoritario y otro grupo que acepta la preeminencia de dicho grupo.
CAPITULO II.
Ubicación estratégica de Venezuela, incidencia del entorno político internacional y escenario político nacional en el período 1960-1969.
Se resalta en este capítulo la excelente ubicación geográfica de Venezuela, ya que es sudamericano, andino, caribeño, amazónico, convirtiéndolo esto en una zona sumamente estratégica que tiene vía de acceso al Caribe, al resto del subcontinente y continente americano. Respecto a la ubicación geopolítica estratégica de Venezuela el autor Agustín Arzola cita al geógrafo venezolano Rubén Carpio Castillo:

‘…La situación y posición geográfica del país es una de las más ventajosas del subcontinente suramericano, puesto que, junto con Colombia, se encuentra a mitad del camino entre los países del norte y del sur del continente. Posición geográfica ventajosa, además, porque debido a la naturaleza de su clima tropical, Venezuela, tanto como Colombia, con producciones agrícolas propias de los ambientes tropicales, puede comerciar y desarrollar intercambio con los países de clima templado que se encuentran al norte y al sur del continente’
Aunado a esta excelente ubicación geográfica el autor destaca un factor importantísimo la condición del país como productor de petróleo y de hierro, convirtiendo al país en una zona de gran importancia estratégica para las potencias mundiales en la década de los sesenta.
Esta importancia energética a nivel mundial incidió para que los Estados Unidos país importador del petróleo y el hierro de venezolano, manejara con mucha cautela el proceso político nacional de la década de los sesenta, por ser Venezuela su más cercano y seguro proveedor de recursos energéticos.
Además, señala el autor la aplicación de la Doctrina y Seguridad y Defensa del Estado Venezolano para la década de 1960, por el Presidente Rómulo Betancourt ante la crisis política internacional que impactó también a Venezuela. Según José Vicente Rangel, esta doctrina tenía
‘un fuerte acento anticomunista unido a la continentalización de los mecanismos de seguridad, se traduce en abundante literatura recogida en manuales y en el entrenamiento sistemático de cuadros de los Ejércitos Latinoaméricanos en centros especiales.(…)También se nutre del planteamiento sobre seguridad nacional de las tesis francesas, gestadas al calor de las luchas coloniales, sobre contra-insurgencia’.
Esta Doctrina de Seguridad y Defensa del Estado Venezolano se estableció a raíz de la crisis que enfrentó a la República de Cuba y a los Estados Unidos de América dentro del contexto de la Guerra Fría. El Estado venezolano consideró que dicho conflicto representaba un problema de seguridad no solo para Venezuela, sino para toda la América, ya que por vez primera se vislumbraba el peligro de un conflicto a escala mundial.
Con respecto a la política exterior venezolana, considera importante el autor mencionar la posición anticomunista que manifestó en diferentes oportunidades el Presidente Rómulo Betancourt, conocida como Doctrina Betancourt. Esta Doctrina se centró en la ruptura de relaciones diplomáticas con los gobiernos dictatoriales, desconocimiento de los regímenes surgidos por golpes de Estado, pretendía fortalecer las pocas democracias representativas de la década de 1960 y el aislamiento de Cuba por su sistema socialista.
Cabe destacar, que esta posición anticomunista del Presidente Rómulo Betancourt trajo como consecuencia el primer y único intento de magnicidio en la democracia venezolana, perpetrado el 24 de junio de 1960 en el tradicional desfile militar realizado en Los Próceres. Fue acusado como autor intelectual el Presidente de República Dominicana Rafael Leonidas Trujillo, quien dominó su país bajo un autoritarismo, causa por la cual el Gobierno venezolano le acusó ante la OEA, logrando así el aislamiento del gobierno la isla por parte de todos los países que conforman ese organismo internacional.
El autor menciona como punto importante el triunfo de la Revolución Cubana, el cual fue un gran estímulo para el resto del continente latinoamericano, ya que se tomó el ejemplo en todos sus aspectos al tomar el camino de la insurgencia política, la lucha guerrillera como medio político para alcanzar el poder. Esto es confirmado por las palabras del comunicador social venezolano Octavio Beaumont Rodríguez, al señalar:
‘Durante los años sesenta se desarrollaron movimientos guerrilleros en Perú, Colombia, Guatemala, Nicaragua y Venezuela, y de 1960 a 1970, casi todos los países de Latinoamérica experimentaron la lucha de guerra de guerrillas, inspiradas en el triunfo de la Revolución Cubana, lo cual sirvió de estímulo para que el movimiento revolucionario venezolano dirigido por el Partido Comunista de Venezuela y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria trataran de conquistar el poder por la vía de guerra de guerrillas’.
Agustín Arzola reconoce que indudablemente la Revolución Cubana influyó en las directrices políticas venezolanas, porque se tomó el ejemplo en todos sus aspectos pero no fue la que inició esta lucha, ya que debido al descontento general existente en la nación se desata un ambiente de guerra política confrontando de esta manera a los dos grupos políticos: la llamada izquierda representada entre otros por el PCV, el MIR y las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), así como los diferentes frentes guerrilleros, y los partidos de gobierno AD y Copei.
En 1961 los grupos políticos conocidos como izquierda acuerdan que la vía armada era la forma esencial de lucha para tomar el poder, ya que siempre fueron ignorados y rechazados por los partidos de gobierno. Este acuerdo también fue acogido por sectores militares que intentaron derrocar al Presidente Rómulo Betancourt.
Después de dos intentos fallidos (La Azulita – Estado Mérida y Turimiquire - Estado Monagas) que fueron exterminados por el ejército, se conforma para el año 1962 la guerrilla venezolana. Nace Las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) liderizadas por Manuel Ponte Rodríguez, esta divide al país en Distritos Militares Rurales y Urbanos.
En la zona rural la guerrilla se distribuyó en las siguientes regiones: Sierra del Estado Falcón se ubicó el Frente Guerrillero “José Leonardo Chirinos” su líder Douglas Bravo. En el Estado Lara se situó el Frente “Simón Bolívar” liderizado por Argimiro Gabaldón. Entre los Estados Portuguesa y Trujillo funcionaba el Frente “José Antonio Paéz”, su líder era Fabricio Ojeda.
Entre los Estados Barinas y Apure funcionaba el Frente Ezequiel Zamora, su líder Francisco Prada Bazararte. En Oriente se ubicó el Frente Manuel Ponte Rodríguez entre los Estados Monagas, Sucre y Anzoátegui divididos a su vez, en dos destacamentos: Guerra Millán y 4 de Mayo, dirigido este frente por Alfredo Maneiro. Todos estos Frentes Guerrilleros pertenecían a las FALN.
El MIR también crea el Frente Guerrillero Antonio José de Sucre, el cual se ubicó en la zona de Oriente. Para 1964 funda la guerrilla élite de El Bachiller, en el Estado Miranda. De la división del MIR nacen dos organizaciones con sus respectivos frentes: el Partido Bandera Roja, cuyo Frente se llamó Antonio José de Sucre y la Organización de Revolucionarios cuyo Frente se llamó José Félix Ribas.
La guerrilla urbana estuvo dominada por los partidos PCV y el MIR. El PCV se distribuyó en la zona de Caracas la cual denominó Distrito N° 1 y lo subdividieron en tres Brigadas divididas, a su vez, en destacamentos y estos en pelotones. La Brigada N° 1 conformada por estudiantes universitarios y liceístas, se destacó por sus acciones. El resto de las Brigadas estuvo conformado por obreros, campesinos, jóvenes de barrio y reservistas.
Es importante señalar que en esta época tan convulsionada que vivió Venezuela, en la actividad política no solo participaron los civiles, sino que los militares bajo distintas figuras incursionaron en la misma. Cabe destacar la participación del General de Brigada Jesús María Castro León, quién tomo la ciudad de San Cristóbal capital del Estado Táchira luego de estar al frente de una invasión desde Colombia el 20 de abril de 1960.
En su haber se cuentan varios levantamientos contra las autoridades, entre esos menciona el autor: que fue expulsado de las Fuerzas Armadas Venezolanas en 1931 durante el gobierno de Gómez, acusado de subversivo. Es reincorporado a las Fuerzas Armadas, y participa en el levantamiento contra Pérez Jiménez el 1 de enero de 1958 fracasa y es encarcelado, Por último la toma de San Cristóbal la cual no contó con el apoyo esperado y fracasó. Castro León es detenido y enjuiciado, encarcelado en el Cuartel San Carlos, de Caracas y allí muere el 12 de julio de 1965.
El autor hace mención de dos acontecimientos relevantes en la historia venezolana que sucedieron en esta década de 1960 como los son El Carupanazo y El Porteñazo. El Carupanazo ocurrió en el Estado Sucre en Carúpano, según sus actores esta intentona golpista fue una respuesta a la trágica situación que atravesaba Venezuela. Pero este movimiento no contó con el apoyo del resto del país por lo que el Gobierno de Rómulo Betancourt utilizó la aviación, la armada y el ejército para someter a los rebeldes. Otra acción tomada por el Gobierno fue que mediante decreto presidencial declara ilegal los partidos de la izquierda el PCV y el MIR.
Sin embargo, esto no acabó con las intentonas porque a solo dos meses de El Carupanazo, ocurrió un nuevo alzamiento militar esta vez en la base de Puerto Cabello, Estado Carabobo, conocido como El Porteñazo, promovido por las mismos motivos que la intentona anterior. Este alzamiento fue sometido militarmente por el Gobierno, y sus actores juzgados y sentenciados a treinta años de cárcel.
Todos estos acontecimientos donde actuaron tantos civiles como militares en contra del Gobierno, permite comprender el grado de malestar general existente en Venezuela, y a su vez, evidencia el despotismo y la saña con que actuó los Gobiernos de esta década de 1960.
CAPÍTULO III.
La desaparición física: Conceptualización, testimonios y denuncias en Venezuela durante el período 1960-1969.
El autor considera este capítulo el centro de su investigación, por lo que en el mismo plantea el problema de la desaparición física como medida tomada por el Gobierno para someter la oposición política existente en Venezuela en esta época tan convulsiva. Agustín Arzola cree necesario estudiar las políticas de coerción de los gobiernos existentes en Venezuela en la década de 1960.
Al mismo tiempo aclara que la violencia coercitiva tiene unos límites básicos: el respeto al derecho a la vida y a la libertad, el respeto a la integridad física, a la diversidad de pensamiento, derechos que son objeto de la protección internacional frente al Estado que victimiza a sus ciudadanos.
Comenta el autor que en esta época tan triste para Venezuela, se violaron procedimientos legales señalados en la Constitución Nacional de 1961 como también otras leyes y acuerdos internacionales como: Convenio de Ginebra, las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos. Por lo que respalda esta afirmación con extractos de estos decretos y artículos de estos acuerdos internacionales.
Además, incluye en este capítulo para ampliar la veracidad de su investigación entrevistas a familiares de los desaparecidos como la realizada a: María Teresa Tejero Cuenca, hermana de uno de los desaparecidos en esta década Alejandro Tejero Cuenca quien era militante del partido PCV. Otra entrevista realizada a María del Mar Lovera, esposa de Alberto Lovera, secretario político de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), quien luego del fracaso de su desaparición, fue detenido y asesinado.
También, presenta la desaparición física del adversario como arma política, cuyo fin es aterrorizar a la población y debilitar a las organizaciones políticas de izquierda. Define la misma como: la detención extrajudicialmente de un disidente del régimen dominante por algún funcionario del orden público que no se identifica como tal y es trasladado a sitios de reclusión en lugares aislados de diversas regiones del país, conocidos como Teatro de Operaciones (TO), instrumento utilizado para torturar, asesinar y desaparecer las víctimas.
Respalda esta descripción con las palabras que en su artículo de prensa titulado “Los desaparecidos de los años sesenta” escribe Moisés Moleiro, en el diario El Globo el 22 de octubre de 1996, en el cual se refiere a los Teatros de Operaciones de la siguiente manera:
‘En Venezuela se instituyeron cinco o seis Teatros de Operaciones Antiguerrilleros, llamados TO y numerados. En ellos la práctica habitual era la tortura. Personal del Servicio de Información de las Fuerzas Armadas y de la entonces Digepol la ejercía bajo la supervisión de militares’
Demuestra con documentos información acerca de los métodos de tortura y muerte empleados en estos Teatros de Operaciones. Además, el autor presenta varios e interesantes artículos de prensa y libros por diferentes escritores, que aunado a las entrevistas y testimonios aumentan la credibilidad de esta interesante obra. Demuestra con documentos información acerca de los métodos de tortura y muerte empleados en estos Teatros de Operaciones.
Explica también la estructuración de esa red de las diferentes fuerzas de seguridad en la cual participaban civiles y militares, cuyo objetivo principal era la tortura y desaparición de los activistas políticos de izquierda. Y menciona los diferentes organismos pertenecientes al gobierno que participaron en las desapariciones como son: la Dirección General de Policía (DIGEPOL), y el servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA)
Cabe destacar el papel fundamental que jugó en estas desapariciones el organismo creado por Estados Unidos en el período de la primera postguerra, La Escuela de las Américas, con el objetivo de controlar e impedir el avance del comunismo fuera de su territorio, y durante la década de los sesenta esta se ocupó de combatir la lucha guerrillera en Latinoamérica.
Aunque, en la década de los sesenta se negó rotundamente la existencia de esta Escuela de las Américas, años más tarde en 1996 el Gobierno de Estados Unidos mediante la desclasificación de algunos documentos oficiales, confirmó esta denuncia hecha durante mucho tiempo por los familiares y víctimas de este organismo, el entrenamiento de ejércitos latinoamericanos.
Describe el autor información que contenían algunos manuales de esta Escuela sobre los métodos e instrumentos de tortura como: quemaduras con cigarrillos, la descarga de electricidad en los testículos, la inmersión, el entierro de personas vivas, entre otros métodos salvajes que atentaban contra la dignidad humana.



CAPÍTULO IV.
Actores del proceso de denuncia y respuesta en cuanto a las desapariciones políticas en Venezuela durante el período 1960- 1969.
En este capítulo el actor señala los actores del proceso de denuncia familiares de los desaparecidos y las organizaciones políticas de izquierda quienes también denunciaron ante el Gobierno, la desaparición de sus integrantes. Respalda su investigación con documentación obtenida de la indagación de las Memorias de instituciones gubernamentales, representados en la Fiscalía General de la República y el Congreso de la República, Ministerios de la Defensa y del Interior.
Todas y cada una de estas instituciones gubernamentales, cuyo deber principal es garantizar la tranquilidad y seguridad de la Nación, hicieron caso omiso de todas las denuncias, a pesar de la insistencia de sus denunciantes, por lo que se dificulta corroborar este tipo de denuncias por medio de fuentes oficiales. Más su indiferencia no apago la diligencia con que estas víctimas reclamaban justicia.
IV FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA.
Según esta obra, considero que el autor se identifica dentro de la corriente de pensamiento materialista ya que estudia la diferencia de clases y la sociedad. Se puede decir que el materialismo que se está trabajando en esta obra es el materialismo histórico, porque es la explicación materialista de la formación y desarrollo de la sociedad venezolana en la década de los sesenta.
Para Marx la superestructura jurídico-política está formada por el conjunto de normas, leyes, instituciones y formas de poder político que, condicionadas por la estructura productiva, ordenan y controlan el funcionamiento de la actividad productiva de los ciudadanos.
Las formas del Estado no son, pues, la realización del Espíritu Absoluto, sino los instrumentos a través de los cuales las clases dominantes ejercen su poder sobre las clases sometidas. Lejos de convertirse en los garantes de la realización humana y la libertad de los individuos, como pensaba Hegel, se convierten en agentes de represión y sometimiento, de alineación y esclavitud, en función de las exigencias de las relaciones de producción, de las que derivan y a las que sirven.
V IDEA SOBRE LA HISTORIA QUE MANEJA EL AUTOR.
A través de este libro el autor pretende proyectar su contenido en vías de la solución de los conflictos políticos por medio del diálogo, el debate y la confrontación política, mas no con actos violatorios de los derechos humanos por ninguno de los sectores involucrados en la misma.
Enfatiza que no se debe olvidar a miles de héroes que ofrendaron sus vidas por hacer de Venezuela un mejor país, donde existiera la justicia social y sus ciudadanos pudieran disfrutar y ejercer en forma efectiva todos sus derechos, humanos, civiles, políticos, sociales y laborales, sin estar sometidos al escamoteo, el chantaje, la amenaza y la represión por parte de la clase política imperante
Desea que esta investigación despierte y haga reflexionar a quienes rigen los destinos de esta Nación, con el ánimo de conocer el pasado político reciente y así enrumbarlo hacia un futuro mejor. Donde se respete la dignidad y la posición política del ser humano libremente, sin importar cual fuere. Concientizar a los gobernantes independientemente de su posición política, que por encima de todos los intereses deben estar los derechos humanos, y que estos son inviolables.
VI SUSTENTACIÓN DOCUMENTAL Y BIBLIOGRÁFICA DE LA OBRA.
El autor basa su investigación en extensas y variadas fuentes, como las fuentes hemerográficas, (las cuales constituyen un valioso campo para la investigación), por el valor fundamental que aportan al trabajo presentado. En esta obra el autor utilizó gran cantidad de material de tipo documental, y bibliográfico (se identifica con el pensamiento y posición política de varios de estos autores) que sustentan sus ideas fundamentales y le dan veracidad a su obra, algunos de ellos son:
DOCUMENTALES.
AMNISTÍA INTERNACIONAL, Desapariciones forzadas y homicidios políticos. La crisis de los derechos humanos en los noventa (Manual para la acción), Madrid, Cosmoprint, 1994.pp.303
ARCHIVO DEL PCV, Ubicado en la Biblioteca Nacional, Sala Arcaya. Caja n° 12 Carpeta n°8.
Carta Constitutiva de las Naciones Unidas y Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, Nueva York, Publicado por las Naciones Unidas, Oficina de Información Pública, 1962, pp. 73.
CENTRO POR LA JUSTICIA Y EL DERECHO INTERNACIONAL CEJIL, San José de Costa Rica, 1997. pp.198.
FMLN, La situación de los derechos humanos en el Salvador a la luz de los Convenios de Ginebra, San Salvador, Comisión Político-Diplomática FMLN- FDR, 7 DE SEPTIEMBRE DE 1983. PP. 87.
ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS, Desapariciones forzadas o involuntarias. Nueva York, folleto informativo N° 6, septiembre de 1993, pp. 23.
REPÚBLICA DE VENEZUELA, Constitución de la República de Venezuela, Editorial Vecol, Colección Textos Legales, 1983. pp. 95.
REPÚBLICA DE VENEZUELA, Fiscalía General de la República, Informe al Congreso 1965, Caracas, Cromotip, 1966.
BIBLIOGRÁFICAS.
ÁLVAREZ, Federico, Democracia y violencia política (ensayos sobre el ejercicio del poder en América Latina), Caracas, Universidad Central de Venezuela, Fondo Editorial de la Facultad de Humanidades y Educación, 1980. pp.150.
ARAUJO, Orlando Venezuela violenta, Caracas, Ed. Espérides, 1968.pp.186.
BALESTRINI, César, La industria del mineral de hierro en Venezuela, Caracas, Ediciones del Cuatricentenario de Caracas, 1967. Pp.347.
BARREIRO, Julio, Los molinos de la ira, (pronóstico sobre la situación en América Latina), México, Siglo XXI Editores, Serie Sociología y Política, 1980. pp.266.
BEAUMONT RODRÍGUEZ, Octavio, El foquismo y la derrota de las guerrillas venezolanas, Caracas, Universidad Central de Venezuela, Tesis para optar al título de Comunicador Social, 1980. pp. 200.
BETANCOURT, Rómulo, Posición y Doctrina, Caracas, Ediciones Cordillera, 1958. pp.186.
BLANCO MUÑOZ, Agustín, La lucha armada hablan 6 comandantes, Caracas, Universidad Central de Venezuela, FACES, serie Testimonios Violentos, 1981. pp.412.
BRAVO, Argelia, Crisis, elecciones y violencia, Caracas, Ediciones Ruptura, 1978. pp.173.
BUROZ ARISMENDI, René, La Violencia en Venezuela, Caracas, Empresa El Cojo, 1974. pp.83.
CABIESES, M, Venezuela, OK! La Habana, Ediciones Venceremos, 1964 .pp. 319.
CARPIO CASTILLO, Rubén México, Cuba y Venezuela, Caracas, Imprenta Nacional, 1961. pp. 226.
GARCÍA PONCE, Guillermo, Terrorismo, Caracas, Ediciones Domingo Fuentes y Asociados, pp. 159.
GÓMEZ, Luis, Violencia política en Venezuela: El caso de los años sesenta, Maracaibo, Ed. LUZ, 1981. pp.75
RANGEL, José Vicente, “Problemas fundamentales de la Seguridad y Defensa de Venezuela”, en Seguridad, Defensa y Democracia, pp.32.
VII CONSIDERACIONES FINALES.
Considero esta obra de suma importancia para la historia de Venezuela, porque aunque, recuerda un período trágico de nuestra historia, es imprescindible conocerlo, y mejor aún, enseñarlo en nuestras aulas. Para nunca olvidar ese pasado que bajo ninguna circunstancia o motivo, se repita. Un pueblo que conoce su historia, difícilmente es engañado, sometido u oprimido por el enemigo.
Particularmente creo que Venezuela es otra, muchos casos que por tanto tiempo permanecieron ocultos, ahora se conocen. A medida que el pueblo conoce su pasado, cambia su presente porque lo comprende mejor, y puede enfrentarse a un futuro más confiado. Recordando lo que dijo José Martí ‘Ser culto es el único modo de ser libre’.


VIII FUENTES BIBLIOHEMEROGRÁFICAS CONSULTADAS POR EL PARTICIPANTE PARA APOYAR SU ESTUDIO DE LA OBRA.
ARELLANO MORENO, A. Mirador de Historia Política de Venezuela. Caracas: Edime. (1976). pp.312.
BONILLA-M., Luís y EL TROUDI, Haiman. (2004). Historia de la Revolución Bolivariana. Pequeña crónica 1948 – 2004. Ministerio de Comunicación e Información.
GALEANO, Eduardo Las Venas Abiertas de la América Latina. Bogotá Tercer Mundo Editores Sexagésima cuarta edición. 1995.
GUARDIA ROLANDO, Inés y PACHECO Giannina, Estudio de las relaciones civiles militares en Venezuela desde el siglo XIX hasta nuestros días, Caracas, Fundación Centro Gumilla, 2005, pp. 122.
RANGEL, José V. Expediente Negro. Caracas Ediciones La Muralla, 1969, pp. 219
URBANEJA, Diego, La política venezolana desde 1958 hasta nuestros días. Caracas, Fundación Centro Gumilla, 2007, pp.157.




ANEXOS.

Alberto Lovera.

El 18 de octubre de 1965 a eso de las 18:00 horas es detenido cerca de la Plaza de las Tres Gracias Alberto Lovera, dirigente del Partido Comunista de Venezuela, quien circulaba en su automóvil, un “Mercedes-Benz” color azul cuando fue interceptado por una comisión de la DIGEPOL encabezada por el “capitán” Carlos Vegas Delgado. Era Ministro de Relaciones Interiores el doctor Gonzalo Barrios.
Alberto fue de inmediato trasladado a la sede de la DIGEPOL en el Edificio “Las Brisas” donde comenzó a ser torturado. El director de esa policía política era J. J. Patiño González. El auto de Alberto fue visto aparcado en el estacionamiento (sótano) del cuerpo represivo por otros detenidos, y comenzó entonces el calvario para el preso, sometido a crueles tormentos por “los muchachos de Carlos Andrés”, entre quienes se mencionó entonces a Roberto Romero, Miguel Aguilar, Pedro Cisneros, Alberto Ochoa, José Ramón Antúnez, Carlos Ferrara, Douglas Rodríguez, Eduardo Armenteros González Y Mario Segundo Leal.
El 23 de octubre a tempranas horas de la noche Alberto es llevado al Retén “Planchart” en Puente Mohedano y allí continúan torturándolo hasta que sus captores deciden trasladarlo al Campo Antiguerrillero de “Cachipo” en el Estado Monagas, donde fue rechazado su ingreso debido al estado físico en que se hallaba por los maltratos recibidos.
La otra parte de la tragedia fue para la esposa de Lovera, María del Mar Álvarez, quien comenzó el vía-crucis acostumbrado en esos tiempos para saber el paradero de cualquier preso político sin obtener respuestas concretas sino evasivas o simples negativas pues la complicidad de los representantes del gobierno era total.
La verdad surgió del mar en una playa de Lechería, Estado Anzoátegui, donde un grupo de criminales con chapas policiales y apoyo institucional había lanzado el cuerpo sin vida después de haberlo sometido a insoportables tormentos. La exhumación indicó que las yemas de sus dedos habían sido rebanadas, tenía vértebras cervicales desprendidas y para que se hundiera le ataron una cadena con un pico de los usados en construcción.





Fabricio Ojeda.

El 19 de junio de 1966, Fabricio Ojeda fue conducido a los calabozos del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA), situados en el llamado “Palacio Blanco”, frente al Palacio de Miraflores.
De acuerdo con quienes fueron testigos de su detención y traslado, Anajantzi Jiménez Arraiz Fabrés y Matute Bravo no había ninguna señal de abatimiento ni depresión. Ningún ambiente de pesimismo ni frustración. Fabricio asumió su detención con serenidad, como un incidente previsto y natural para el que se preparan física y mentalmente los militantes revolucionarios.
La noticia de la muerte de Fabricio Ojeda en un calabozo del Sifa, presentado, en un comunicado del Ministro de la Defensa, General Ramón Florencio Gómez como un suicidio, llegó a la Comisión de Política Interior de la Cámara de Diputado, cuando estaba reunida e inmediatamente José Vicente Rangel, entonces diputado, y exigió se llevara a cabo una profunda investigación, lo que obligó a designa una subcomisión que se trasladó a las dependencias militar.
Según el testimonio de José Vicente Rangel, al acceder a la celda, situada en el cuarto piso, pudieron observar el cadáver de Fabricio Ojeda, tendido casi al nivel del piso con una cuerda de las usadas para persianas al cuello. Rangel exigió que el cadáver fuera desnudado a lo que se opuso el entonces Fiscal General José Antonio Lozada. Rangel anunció que denunciaría públicamente como encubridor al representante del Ministerio Público. Ante su enérgica actitud se procedió a quitarle la ropa al cadáver, el cual presentó moretones en los brazos y tórax, pruebas evidentes del empleo de la violencia y hasta de torturas físicas.
Era evidente que se había montado una operación para asesinar a Fabricio y presentarlo como un suicidio. Había ocurrido así con otros militantes revolucionarios caídos en prisión.
Fuente: www.rebelionestudiantil.blogspot.com/2007/12/las-atrocidades-de-la-cuarta-repblica.html - 245k -

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